Catorce bancos públicos y privados de Costa Rica piden al Ministerio de Hacienda postergar el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) a los servicios digitales transfronterizos hasta enero del 2021.
La Administración Tributaria pretende iniciar con la recaudación de este impuestos a partir del próximo sábado 1.° de agosto.
Mario Gómez, asesor legal de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), explicó en entrevista con La Nación, que debido a la gran cantidad de requisitos y ajustes que deben adoptar los emisores de tarjetas de crédito y débito para recaudar este tributo, es muy difícil que puedan arrancar en el plazo pretendido por Hacienda.
“Hay una gran preocupación. Debemos ser claros, las instituciones financieras no están preparadas para cumplir con ese plazo del 1.° de agosto y se le está pidiendo al Ministro de Hacienda (Elian Villegas) que hagan una extensión para que las entidades puedan implementar los cambios tecnológicos y ajustes operativos necesarios”, indicó Gómez.
De acuerdo con el abogado de la ABC, el sistema bancario tiene los deseos de cooperar con la recaudación de este y otros impuestos, pero necesita tiempo para hacer ajustes, sobre todo en medio de la pandemia del coronavirus que supone restricciones y atrasos.
Las conversaciones para buscar esta prórroga se iniciaron desde hace varias semanas, la Asociación Bancaria Costarricense había expresado sus preocupaciones ante la Dirección General de Tributación (DGT).
La Nación consultó al Ministerio de Hacienda sobre el tema, pero todavía no se recibe respuesta.
El pasado 12 de junio, la Administración Tributaria publicó la resolución DGT-R-134-2020, en la que definió la lista de 108 servicios digitales transfronterizos que estarán sujetos al IVA. Ese documento también detalla las dos modalidades en que se aplicará el cobro del tributo.
La lista de servicios y plataformas digitales incluye a Netflix, Amazon, Spotify, Airbnb, DiDi, Glovo y Facebook, entre otras.
Los servicios digitales transfronterizos son los que brinda un proveedor que no está establecido o domiciliado dentro del país, por medio de Internet o cualquier otra plataforma digital, y que se consumen por los clientes en el territorio nacional.
Esto aplica, por ejemplo, para la publicidad en redes sociales como Facebook o Twitter que una empresa paga para llegar a audiencias dentro de Costa Rica. También, para servicios de videojuegos que serán utilizados en el país como PlayStation y Nintendo.
Complejidades para cobrar
La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635) definió dos mecanismos para recaudar el IVA a estos servicios.
En el primero, la empresa proveedora del servicio como, por ejemplo, Netflix, podría aplicar el rebajo directamente al cliente al momento de la compra y transferirlo a Hacienda.
Para optar por esta modalidad, las compañías deben cumplir con un extenso proceso de registro ante la DGT para inscribirse como contribuyentes y seguir el procedimiento establecido en la resolución DGT-R-13-2020.
La segunda opción es que los emisores de tarjetas −los bancos y entidades financieras− hagan los rebajos de forma automática al momento de la compra de cualquiera de los 108 servicios enlistados inicialmente por Tributación.
Esto supone un largo proceso para las entidades financieras que deberán aplicar ajustes en sus sistemas informáticos y en su recurso humano para cumplir con requisitos como la declaración diaria del IVA percibido por estos servicios (que debe presentarse en los siguientes tres días).
Para cumplir con este trámite deberán llenar el formulario D-102 llamado Declaración jurada de percepción del IVA de emisores de tarjetas.
Los bancos también tendrán que presentar una declaración informativa ante la DGT dentro de los primeros 15 días naturales del mes siguiente al que se aplicaron los rebajos a los clientes.
Fabio Salas, socio de Impuestos y Legal de Deloitte, comentó que todo este camino de trámites requiere grandes inversiones en recursos tecnológicos, cambios a los sistemas de cobro y más personal por parte de las entidades financieras.
Según el abogado, uno de los principales retos que plantean los requerimientos de Hacienda es que cada institución financiera debe tener un registro contable detallado que permita identificar la información relevante de cada transacción.
“Datos como el nombre del cliente, la cédula, la cuenta IBAN, el proveedor o intermediario, el concepto de la transacción descrito con 25 caracteres, el país donde se procesó la compra, la moneda, etcétera”, añadió.
Todos estos requisitos generan preocupación entre las entidades financieras por lo que piden prorrogar el inicio del cobro del IVA a los servicios digitales, para poder arrancar con todos los ajustes a partir del próximo año.