
La NASA confirmó el hallazgo de 6.000 exoplanetas. Estos cuerpos celestes orbitan estrellas fuera del Sistema Solar. La cifra marca un nuevo hito en la exploración astronómica. El registro lo lleva el Instituto de Ciencia de Exoplanetas (NExScI, por sus siglas en inglés). Este hito refleja tres décadas de descubrimientos que transformaron el conocimiento sobre el universo.
La primera detección de un exoplaneta ocurrió en 1995. Desde entonces, el ritmo de hallazgos crece con rapidez. Solo en los últimos tres años se identificaron 1.000 nuevos planetas. A la fecha, existen más de 8.000 candidatos adicionales en proceso de verificación. Para confirmar cada uno se requieren observaciones adicionales y análisis exhaustivos.
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El proceso involucra colaboración internacional. La Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. (NSF) participan activamente. Se prevé que las cifras aumenten con nuevas herramientas. Entre estas figuran la misión Gaia de la ESA y el futuro Telescopio Espacial Nancy Grace Roman de la NASA.
Mundos diversos más allá del Sistema Solar
El catálogo de exoplanetas muestra una variedad de condiciones extremas. Incluye gigantes gaseosos que completan una órbita en pocos días y planetas rocosos cubiertos de lava. También existen cuerpos con densidad similar al isopor y atmósferas formadas por piedras preciosas. Algunos orbitan dos estrellas, otros ninguna o incluso estrellas muertas.
El crecimiento del inventario planetario permite comparaciones con el Sistema Solar. Esto ayuda a entender cómo se forman estos mundos y bajo qué condiciones podrían parecerse a la Tierra.
Cómo se detectan los exoplanetas
La mayoría de los exoplanetas no pueden observarse de forma directa. El brillo de las estrellas impide que los telescopios los capten con claridad. Por eso, los científicos utilizan métodos indirectos. El más común es el tránsito, donde el planeta pasa frente a la estrella y produce una disminución temporal en su brillo.
Búsqueda de vida más allá de la Tierra
El futuro de la exploración apunta a planetas similares a la Tierra. El objetivo es analizar sus atmósferas y buscar biofirmas, señales químicas asociadas a la vida. El Telescopio Espacial James Webb ya ha estudiado la química de más de 100 atmósferas. Sin embargo, detectar planetas rocosos como la Tierra requiere mayor precisión tecnológica.
Uno de los avances será el Roman Coronagraph, instrumento que bloqueará la luz estelar para detectar planetas poco brillantes. A largo plazo, la NASA proyecta el Observatorio de Mundos Habitables. Esta misión buscará un planeta gemelo a la Tierra que orbite una estrella similar al Sol.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
