
La alimentación es clave para lidiar con la apnea del sueño. Así lo destacaron investigadores suecos en un estudio que publica la versión digital de la revista British Medical Journal (BMJ).
La apnea del sueño se caracteriza por pausas anormales en la respiración mientras se duerme, lo cual hace que las personas no sientan que hayan descansado aunque duerman toda la noche.
Este desorden del sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de accidentes, disminución de la calidad de vida y más probabilidades de muerte prematura.
Alrededor del 60% al 70% de los pacientes con apnea del sueño también son obesos, dato que llevó a Kari Johansson y su equipo del Instituto Karolinska, de Estocolmo, en Suecia, a seguir a un grupo de 58 hombres entre los 30 y 65 años que sufrían apnea moderada o grave.
Asimismo, los participantes del estudio tenían un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40, cuando el IMC considerado como normal se encuentra entre 18,5 y 24,99.
Durante nueve semanas, ellos siguieron una dieta baja en calorías que consistió en batidos, sopas, barras energéticas y avena.
Tras este tiempo, las personas que perdieron peso, y lograron mantenerse así en el transcurso de un año, también mejoraron su apnea del sueño.
El 48% de los participantes ya no requería de la máscara que usaban para respirar durante las noches y el 10% fue dado de alta de apnea obstructiva.
Asimismo, los investigadores observaron que a mayor pérdida de peso, fue mayor la mejoría. Los pacientes que perdieron 15 kg o más mostraron mejores resultados que quienes bajaron entre 10 y 14 kg.