
El pan de masa madre ofrece diferencias marcadas frente al pan común. La principal se encuentra en su proceso de fermentación natural, que reemplaza el uso de levadura industrial por un cultivo vivo de bacterias y levaduras silvestres.
Este procedimiento permite una fermentación más lenta y profunda, que intensifica el sabor, mejora la textura, extiende la vida útil y eleva su valor nutricional sin necesidad de aditivos.
El estudio Exploring the Nutritional Impact of Sourdough Fermentation: Its Mechanisms and Functional Potential (Foods, 2024) confirmó que el pan de masa madre mejora la absorción de minerales esenciales como hierro, zinc y calcio. También ayuda a reducir el índice glucémico y aumenta la presencia de compuestos antioxidantes.
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Diferencias clave entre el pan común y el pan de masa madre
El pan tradicional se elabora con levadura comercial. Esto acelera su preparación pero limita los beneficios nutricionales.
En cambio, el pan de masa madre se desarrolla con un cultivo natural que permite una fermentación entre 12 y 24 horas. Esto produce una miga más aireada, una corteza crujiente y un perfil nutricional más equilibrado.
Esta técnica artesanal mejora la digestión, favorece la microbiota intestinal y evita el uso de aditivos químicos para su conservación.
Beneficios del pan de masa madre para la salud
El pan de masa madre se distingue por su impacto positivo en la nutrición y la salud digestiva.
Entre sus principales beneficios destacan:
- Mejora la digestión gracias a su fermentación prolongada.
- Aumenta la absorción de minerales como hierro, zinc y calcio.
- Ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre.
- Contiene antioxidantes naturales con efecto antiinflamatorio.
- Prolonga la sensación de saciedad.
- Tiene una mejor conservación sin aditivos artificiales.
Receta de pan de masa madre con alto valor nutricional
Preparar pan de masa madre en casa puede ofrecer un alimento funcional, rico en fibra y con propiedades nutricionales potenciadas por el proceso de fermentación.
Ingredientes:
- 500 g de harina integral orgánica (trigo o espelta)
- 350 ml de agua filtrada
- 150 g de masa madre activa
- 10 g de sal marina sin refinar
- 30 g de semillas (chía, lino o girasol)
Preparación:
- Mezcle la harina integral con el agua y deje reposar 30 minutos.
- Incorpore la masa madre y la sal. Amase hasta obtener una mezcla homogénea.
- Agregue las semillas y distribuya de forma uniforme.
- Deje fermentar la masa cubierta a temperatura ambiente entre 12 y 24 horas.
- Forme el pan, colóquelo en un molde o cesta, y déjelo levar entre 1 y 2 horas.
- Precaliente el horno a 230 °C con vapor para mejorar la corteza.
- Hornee durante 40 a 45 minutos. Después de los primeros 15 minutos, reduzca la temperatura a 210 °C.
- Deje enfriar por completo antes de cortar.
Este método casero permite conservar el pan por más tiempo sin usar aditivos y mejora su impacto nutricional y funcional.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
