
Una estatua humana en tamaño real, incrustada dentro de una pared de piedra, fue encontrada en el yacimiento arqueológico de Göbekli Tepe, en el sudeste de Turquía. El descubrimiento se dio durante un proyecto de restauración y conservación en el que se combinan trabajos de excavación y estabilización de estructuras.
La figura, con más de 12.000 años de antigüedad, se localizó entre las denominadas Estructuras B y D, como parte de la base de un muro de piedra. Esta ubicación, según investigadores, fue deliberada y podría tratarse de una ofrenda ritual.
De acuerdo con Archaeology Magazine, se trata de la primera figura de este tipo hallada en ese lugar específico. Sin embargo, otras piezas similares ya habían sido localizadas en Karahantepe, un sitio arqueológico cercano y contemporáneo.
El ministro de Cultura y Turismo de Turquía, Mehmet Nuri Ersoy, explicó que la pieza puede representar una ofrenda votiva incorporada intencionalmente a la arquitectura sagrada del santuario. Según sus declaraciones, la estatua abriría nuevas líneas de investigación sobre las prácticas rituales y creencias de los primeros grupos neolíticos.
Göbekli Tepe se encuentra cerca de la ciudad de Sanliurfa y ha sido reconocido como Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2018. El sitio se considera el santuario monumental más antiguo del mundo y antecede en antigüedad a Stonehenge en 6.000 años y a las pirámides egipcias en 7.000, según el medio Türkiye Today.
Las construcciones en este lugar incluyen estructuras circulares con pilares en forma de “T” y relieves de animales como raposas, serpientes y abutres, elementos que refuerzan su posible uso en actividades simbólicas y religiosas. La presencia de la estatua humana en el muro fortalece la teoría de que Göbekli Tepe funcionó como un centro ceremonial con un enfoque en representaciones antropomórficas.
Proyecto Legado para el Futuro
La revelación se hizo pública en el marco del “Proyecto Legado para el Futuro”, una iniciativa destinada a conservar y preservar las estructuras del yacimiento mientras continúan las excavaciones.
El plan incluye acciones como el reerguimiento de pilares que pesan varias toneladas, la estabilización de muros con materiales auténticos —como argamasa mezclada con pelo de cabra— y la reubicación de aproximadamente 1.000 árboles de olivo para proteger la estética histórica del entorno.
Además, el proyecto contempla la creación de un centro de visitantes y una red de senderos. Ambos espacios se inaugurarán antes de que finalice 2025, con el objetivo de gestionar el creciente interés turístico de forma sostenible y proteger la integridad del sitio.
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