Las tres especies de tiburón martillo que viven en aguas del Pacífico y Caribe costarricenses fueron declaradas como vida silvestre en peligro de extinción, de acuerdo con una sentencia de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia que otorgó este estatus a las especies Sphyrna lewini, Sphyrna mokarran y Sphyrna zygaena, al declarar parcialmente con lugar un recurso de casación.
“Se declara a la especie Sphyrna como vida silvestre, en peligro de extinción de acuerdo a los criterios técnicos científicos, y por disposición legal, de dominio público. Se ordena al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) incorporar a las especies de tiburón martillo Sphyrna lewini, Sphyrna mokarran y Sphyrna zygaena en la lista de especies en peligro de extinción dadas las condiciones actuales señaladas por la ciencia y la técnica”, dijo la Sala en el “por tanto” de la resolución, del 21 de junio pasado.
Los magistrados, por lo tanto, ordenan al Sinac, al Instituto Costarricense Pesca y Acuicultura (Incopesca) y al Estado adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para erradicar la captura, retención, comercialización y descarga de las especies antes mencionadas.
El fallo judicial pone fin a un proceso que comenzó en 2017, impulsado por el abogado Wálter Brenes Soto contra esas instituciones, porque pese a compromisos internacionales del país, no se habían tomado medidas para asegurar la protección de las tres especies de tiburón martillo. Por el contrario, argumentó, Incopesca emitió una resolución en la que las declaró de interés pesquero.
Inicialmente, en abril del 2021, el Tribunal Contencioso Administrativo rechazó la demanda en todos sus extremos.
“Ese fue un análisis, diría yo, nefasto, antitécnico. No se hicieron consideraciones importantes del estado tan crítico en que están las tres especies de tiburón martillo, no solo en Costa Rica, sino también a nivel mundial. Iba en contra de lo que Costa Rica ha dicho de la conservación y el resguardo a los océanos”, criticó el abogado.
Por esa razón, Brenes acudió a la Sala Primera para impugnar la decisión, instancia que acogió parcialmente sus reclamos. En su criterio, se trata de una “sentencia histórica”.
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“Los tiburones martillos no son un recurso pesquero comerciable. Han tomado una decisión consecuente con lo que Costa Rica dice que es en conservación del ambiente. (...) Los especímenes de tiburones martillo están en un estado crítico. No solo es un ‘en vía de extinción’, es que su situación es crítica”, enfatizó.
¿Qué procede ahora?
De acuerdo con el abogado, en cumplimiento del fallo, el Sinac deberá velar porque el tiburón martillo no sea extraído, de ninguna forma, por la pesca incidental, por lo que nadie va a estar habilitado para sacar un tiburón martillo, ni se capture, retenga o recargue.
“No se va a permitir la captura. Ya eso es muy importante”, afirmó.
En febrero del 2023, el Gobierno firmó un decreto para prohibir la pesca y comercialización de tiburones martillo.
Según el decreto, en caso de presentarse capturas incidentales de tiburones martillo, durante la pesca de otros productos del mar, los tiburones deben ser liberados con prontitud. Además, las embarcaciones deben reportar estos incidentes ante el Incopesca.
Sin embargo, ambientalistas sostienen que esto no se ha cumplido. En abril pasado, 18 organizaciones acusaron a Costa Rica ante Estados Unidos de pesca ilegal de tiburón martillo.
En ese momento, Randall Aráuz, director de International Marine Watch, que impulsó la queja, argumentó que el grupo de organizaciones no gubernamentales acudió directamente a las autoridades norteamericanas debido a que sus señalamientos simplemente son ignorados por el Incopesca.
“El Incopesca está completamente politizado, no utilizan la ciencia en sus decisiones y nos hacen recurrir constantemente a la Corte Suprema de Justicia para poder lograr los cambios”, expresó Arauz.
Esta nueva decisión judicial, reiteró Brenes, obliga a incrementar la vigilancia y la protección.
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“La parte más sensible es lo incidental. Cuando tiran las líneas para pescar, son básicamente anzuelos, el tiburón martillo es más sensible, si cae en una línea de estas, las probabilidades de supervivencia para el tiburón son muy bajas”, explicó Brenes.
Para el abogado, esta sentencia sienta un precedente que podría ayudar a la conservación de otras especies marinas que se encuentran en peligro de extinción.