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El retiro de los anzuelos en las tortuga requiere una instrucción especial porque, según se haga, aumenta las posibilidades de sobreviviencia del animal o se lo podría condenar a una muerte prematura. FotografÍa: Cortesía Submon para LN.
Las tortugas marinas son oportunistas y aprovechan lo que está al alcance para calmar el hambre. En ocasiones es una sardinilla o un calamar puestos de carnada en líneas de pesca con palangre. Luego de un primer bocado fácil, irán a otro anzuelo y a otro, hasta saciarse.
Por lo general, se alejan sin incidentes pero algunas, por desgracia, terminan con su pico enganchado en el metal previsto para los peces. Esto se conoce como captura incidental y es una de las principales causas en la caída de poblaciones de tortugas marinas. El perjuicio no solo es para los animales; también es un dolor de cabeza para los pescadores.
Por fortuna, mejores técnicas y procedimientos frente a estos episodios están salvando la vida de las tortugas en sus interacciones con los anzuelos gracias a pescadores ticos en el Pacífico que se han capacitado para cuidarlas.
Este año, está previsto que 600 pescadores de palangre y de pesca artesanal se capaciten en el adecuado manejo y liberación de tortugas capturadas de forma incidental luego de una primera instrucción en el 2016. Entonces, se beneficiaron 300 pescadores de Quepos, Puntarenas, Playa del Coco y Golfito en Puntarenas y Cuajiniquil (Guanacaste).
Los talleres los imparten las organizaciones EcoPacífico+ basada en Costa Rica y Submon de Barcelona (España), en coordinación con autoridades sectoriales como el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Sandra Andraka Galán, bióloga y vocera de EcoPacífico+, destacó el fuerte compromiso ambiental de Costa Rica por parte de su sector pesquero que, con los años, modificó sus prácticas para volverlas más respetuosas con el ambiente. Esto, añadió, es un atributo cada vez más apreciado en el mercado de frutos del mar donde ahora se prefieren productos extraídos según modelos de pesca sostenibles.
“Hay compradores en Estados Unidos a quienes importa que el producto provenga de una pesca sostenible y el intermediario lo pide también a los pescadores. En Costa Rica la biodiversidad marina es increíble y por ello existe mucha pesca que, del mismo modo, atrae animales como a las tortugas buscando los peces”, explicó.
Mariluz Parga López, veterinaria e investigadora de Submon, aseguró que los pescadores ticos tienen la sensibilidad requerida pues hace algunos años abandonaron el uso de anzuelos en forma de “J” que son más peligrosos para las tortugas por otros parecidos a una letra “G” que igual capturan peces pero menos propensos de enganchar el pico de las tortugas.
¿Cómo las ayudan?
Algunas prácticas permiten a los pescadores ticos salvar a una tortuga atrapada en sus redes.
FUENTE: Organización Submon y Ecopacífico Plus Consulting || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Sin embargo, cuando una tortuga sí se engancha a un anzuelo bajo el nivel del mar, nadará desde las profundidades al nivel de la superficie a respirar y quedarse ahí, varada. Es ahí cuando saber qué hacer (o no) es esencial para salvarle la vida. Por ello, toda la instrucción apunta en particular a instruir a los pescadores con palangre, pues son ellos quienes más las descubren en su actividad.
El palangre consiste en una línea o cordón situado en la superficie del mar con ayuda de bollas. De esa línea superficial descienden otras líneas en forma vertical a una profundidad entre 25 y 30 metros al final de las cuales están los anzuelos con las carnadas. A esa profundidad suelen nadar las tortugas.
La costa del Pacífico es, además, donde hay más playas para anidación de tortugas en Costa Rica y están mejor documentados sus encuentros con la pesca artesanal y de palangre.
Parga López explicó que, cuando los pescadores detectan una tortuga atrapada, hay maneras adecuadas de subirlas a su embarcación, siempre y cuando eso sea posible. También existen protocolos de cómo atenderlas una vez allí y cuándo y cómo devolverlas al agua.
Cuando no es posible subirlas, igual existen protocolos para liberarlas mientras están en el agua, para retirarles anzuelos o, incluso, para no hacerlo cuando el anzuelo es de un metal barato que el agua salada roerá hasta caerse del pico del animal.
La especialista contó, por ejemplo, de un error muy claro y en particular grave que, si bien está erradicado entre los pescadores de Costa Rica, persiste en Mediterráneo.
“Allá en Europa, cuando ven la tortuga atrapada, no cortan la línea al ras del pico. Se limitan a cortarla donde sea y entonces se va la tortuga con un pedazo de línea colgándole del pico y eso luego se les enreda en el cuello hasta asfixiarlas en unos meses. Si se tragan la línea, esta les cortará el aparato digestivo según avance por sus entrañas. Es una muerte 100% segura”, lamentó.
Ambas investigadoras relataron que los pescadores nacionales entienden detalles como saber dónde cortar una línea de pesca; una simple maniobra que, no obstante, definirá la vida o muerte de esta criatura marina. La mayoría, aseguraron las especialistas, capturan la esencia del asunto.
Dijeron, por ejemplo, que muchos pescadores ticos ahora utilizan un instrumento curvo de plástico con una pequeña sección de metal afilado en una sección el cual les permite enganchar la línea y cortarla sin riesgo de herir al animal. Incluso, lo utilizan cuando topan con otras especies como tiburones martillo o tiburones pequeños en desarrollo.
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La semana pasada, Mariluz Parga López de la organización Submon, se reunió en Cuajiniquil (Santa Cruz, Guanacaste) con pescadores de la zona como parte de los preparativos para los talleres a final de año. FotografÍa: Sandra Andraka Galán de EcoPacífico+ para LN
De todos modos, las expertas insistieron en que el sector pesquero es muy dinámico y se hace necesario refrescar saberes, aprender nuevos trucos o incluso tomar nota de cambios en la actividad. Por lo tanto, planean entre noviembre y diciembre celebrar nuevos talleres centrados tanto en la experiencia acumulada de los pescadores desde el 2016 a la fecha.
“En este momento estamos conversando con los pescadores y analizando las embarcaciones que hoy utilizan para saber qué funciona y qué no para cuando hagamos los talleres a final de año. Estas técnicas siempre deben adaptarse y construirse en conjunto con ellos pues no son recetas susceptibles de aplicarse igual a todos”, explicó Parga López.