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Pudo haberse quedado sentado tras un escritorio, pero no lo hizo. Salió con su medicina a atender a esas personas que no llegaban a consulta y pronto comprendió que la salud no se podía recetar escribiendo en un formulario.
Es más, aprendió a decir “sol” para referirse al día y “luna” para la noche; así da las instrucciones de los medicamentos a las decenas de indígenas a quienes atiende en San Vito de Coto Brus.
El médico Pablo Andrés Ortiz entendió que el acceso a la salud es algo, un derecho, que no se le puede negar a nadie.
“El pueblo que oculta sus inequidades no avanza en su desarrollo”, dijo Ortiz, con voz cuya gravedad está dada por más de 20 años de labor.
Ortiz recibió ayer, en una ceremonia realizada en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Premio Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida 2012.
Este galardón lo entregan anualmente la Defensoría de los Habitantes, el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y las cuatro universidades estatales (UCR, UNA, ITCR y UNED), con el objetivo de reconocer aquellas iniciativas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas.
En esta edición se presentaron 28 candidaturas que representan a personas físicas, entidades u organizaciones cuyas acciones contribuyen a mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
“Se premia a lo más noble del espíritu humano. Son premios a la inventiva, a la originalidad, al altruismo y a la audacia”, destacó Sandra León, rectora de la Universidad Nacional (UNA) y presidenta del Conare.
Otros ganadores. Cierto, estos estudiantes se acercaron a las comunidades de Cureña de Sarapiquí y Guararí de Heredia, impulsados por la obligación de un curso.
Sin embargo, el compartir con los vecinos, conocer sus necesidades y ayudarles para que su comunidad alcanzara un desarrollo económico y social, los hizo quedarse más tiempo, ya ni siquiera preocupados por obtener una buena nota.
Por ese compromiso, el Programa Prácticas Organizativas de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la Universidad Nacional, recibió el Premio Aportes en la categoría de entidad pública.
A los ganadores en la categoría de entidad privada pocas veces se les ve el rostro.
Sus voces acompañan a cientos de conductores que se desplazan diariamente por la ciudad, reportan los lugares donde hay presas y brindan rutas alternas.
Serenos y asertivos, la labor que hacen Lando Aguilera y Manuel Bennedit –locutores del programa “Desde la carretera”, de IQ Radio– va más allá. Ellos brindan educación vial, a la vez que promueven la paciencia.
“El trabajo empezó primero por nosotros. Tuvimos un cambio de actitud y eso es lo que procuramos contagiarle a la gente. Al principio notamos una actitud negativa de las personas y, poco a poco, hemos visto que eso ha ido cambiando”, comentó Bennedit.
El último premio se le entregó a un grupo de más de 800 voluntarios, liderados por el sacerdote Sergio Valverde Espinoza, quienes calman el hambre de 70.000 personas y en particular de 48.000 niños.
“El Estado es el que debe velar por los derechos humanos. Sin embargo, ese Estados social de derecho tiene sus fisuras y cuando la situación llega al límite, esta puede desembocar en desesperanza”, destacó Mirta Rosales, presidenta del jurado del premio Aportes 2012, y agregó: “Con su labor, Obras del Espíritu Santo muestra el camino al Estado”.
Así, la Asociación Obras del Espíritu Santo fue reconocida con el Premio Aportes, en la categoría de organización de la sociedad civil.
“No vemos esto como un premio, sino como un regalo que nos motiva a seguir adelante”, dijo Valverde.
Asimismo, el sacerdote motivó a los presentes en el auditorio: “No importa quién haga las cosas mientras estas se hagan”.
Todos los galardonados recibieron una escultura, obra del artista Franklin Zúñiga.
“Gracias, muchas gracias por creer en una Costa Rica de valores solidarios”, dijo César Alonso Sancho, presidente del comité organizador de los premios, a la vez que dirigía su mirada a todos los ganadores.
