
Dormir mal con frecuencia podría acelerar el envejecimiento del cerebro. Así lo indicó un estudio del Instituto Karolinska, de Suecia, que analizó los datos de 27.500 personas de mediana edad y adultas mayores.
Los científicos compararon la edad biológica del cerebro con la edad cronológica de los participantes. Para ello, utilizaron más de 1.000 características observadas en resonancias magnéticas del cerebro, obtenidas del UK Biobank.
Con esa información, evaluaron la calidad del sueño de los participantes según cinco factores: cronotipo, duración del sueño, presencia de insomnio, ronquidos y somnolencia durante el día. Luego, agruparon a las personas en tres categorías: sueño saludable (4 o más puntos), intermedio (2 o 3 puntos) o sueño deficiente (1 punto o menos).
Los resultados indicaron que por cada punto menos en la calidad del sueño, el cerebro parecía envejecer seis meses más en comparación con la edad cronológica. Quienes tenían un sueño deficiente mostraban una diferencia promedio de un año adicional en la edad cerebral.
El equipo científico explicó que la inflamación podría explicar poco más del 10 % de esta relación, aunque también intervendrían otros procesos. Entre ellos, el impacto del mal dormir sobre el sistema que elimina desechos del cerebro y el vínculo entre el sueño y la salud cardiovascular.
La investigación fue publicada en la revista científica eBioMedicine. Los autores señalaron que, al tratarse de un comportamiento modificable, mejorar la calidad del sueño podría ayudar a prevenir el envejecimiento acelerado del cerebro, así como un posible deterioro cognitivo.
Los investigadores también advirtieron que el estudio tiene limitaciones. Por ejemplo, las personas del UK Biobank suelen tener una mejor salud que la población general del Reino Unido, lo que podría afectar la generalización de los hallazgos. Además, la evaluación del sueño se basó en respuestas autorreportadas, lo que introduce un posible sesgo.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
