
Un templo solar monumental, construido hace cerca de 4.500 años para el faraón Nyuserre, salió a la luz en Egipto luego de más de un siglo de intentos fallidos. El hallazgo ocurrió en Abu Ghurab, cerca de la necrópolis de Abusir, al sur de El Cairo, y corresponde al llamado Templo del Valle, parte del complejo solar del soberano.
La excavación estuvo a cargo de una misión arqueológica italiana, liderada por especialistas de las universidades de Turín y Nápoles. Los investigadores lograron excavar más de la mitad de la estructura. El edificio alcanza 1.000 m² y presenta un diseño arquitectónico singular, lo que lo ubica entre los templos del valle más relevantes de la necrópolis de Menfis.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto indicó que este templo constituye uno de los pocos templos solares del Antiguo Imperio identificados de forma definitiva. Su ubicación se conocía desde 1901, pero el alto nivel del manto freático impidió avanzar con excavaciones hasta ahora.
Arquitectura monumental bajo sedimentos del Nilo
Las excavaciones recientes permitieron identificar la entrada principal del templo. Esta se encontraba enterrada a unos 1,2 metros de profundidad bajo sedimentos del río Nilo, acumulados durante milenios.
Los arqueólogos localizaron el piso original, la base de una columna de caliza y restos de una columna circular de granito, asociada al pórtico de acceso. También aparecieron puertas y dinteles de granito en su posición original, junto con secciones del revestimiento de piedra del corredor que conectaba el portón con la rampa ascendente.
En una temporada anterior, el equipo identificó un portal completo de cuarcita en excelente estado. En ese punto surgieron indicios de una escalera interna que posiblemente conducía a una terraza ubicada al noroeste del templo, lo que sugiere una entrada secundaria.
Durante la fase actual, los investigadores encontraron una rampa inclinada que probablemente conectaba el templo con el Nilo o con uno de sus antiguos brazos. La estructura responde a patrones típicos de los complejos reales de la Quinta Dinastía, similares al Templo del Valle del faraón Sahure, en Abusir.
De centro de culto a asentamiento residencial
El sitio también entregó una amplia variedad de objetos arqueológicos. Entre los hallazgos destacan dos piezas de madera del juego egipcio senet, asociado a prácticas recreativas y rituales. Este descubrimiento aporta información poco común sobre actividades cotidianas vinculadas al entorno del templo.
Otro elemento relevante es una gran losa de piedra con inscripciones jeroglíficas. Estas incluyen un calendario de festividades religiosas y menciones directas al nombre del faraón Nyuserre.
Los arqueólogos recuperaron además fragmentos de caliza blanca finamente tallados y grandes cantidades de cerámica. Este material abarca un periodo amplio, desde el final del Antiguo Imperio hasta el inicio del Imperio Medio, con predominio del Primer Periodo Intermedio, etapa marcada por inestabilidad política y escasa documentación histórica.
Las evidencias indican que el templo dejó de funcionar como santuario real y luego fue reutilizado como un asentamiento residencial por comunidades locales durante el Primer Periodo Intermedio. Este cambio de uso ofrece datos clave sobre la vida cotidiana en la región de Menfis y sobre la adaptación de antiguos espacios sagrados tras el debilitamiento del poder central faraónico.
La misión italiana prevé continuar las excavaciones en próximas temporadas, con el objetivo de profundizar en el origen y evolución de los templos solares en el Egipto antiguo.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
