
Ceuta. Al menos unos 1.000 migrantes menores de edad continuaban este lunes en el enclave español norafricano de Ceuta, escenario la semana pasada de la entrada masiva de varias personas desde la vecina Marruecos, a donde ya fueron retornadas 7.500, indicaron autoridades locales.
Los menores no acompañados se encuentran deambulando por la pequeña ciudad de cerca de 85.000 habitantes o en centros a cargo de las autoridades, que deben estudiar cada caso para ver si son retornados a Marruecos o se quedan en España.
Un portavoz del Ministerio del Interior estimó en cerca de un millar a estos menores, recordando que fueron "entre 8.000 y 9.000", unas cifras sin precedentes, las personas que entraron a Ceuta a principios de la semana pasada.
Las autoridades de Ceuta, uno de los dos enclaves españoles en el norte de Marruecos, elevan esa cifra a 10.000.
Unas 7.500 personas ya fueron devueltas a Marruecos, según el vocero de Interior, que no pudo precisar cuántos menores fueron retornados.
ONG han advertido que los menores no acompañados no pueden ser regresados sin un examen detallado de su situación.

La semana pasada, dos migrantes murieron ahogados cuando buscaban llegar a nado a Ceuta, mientras que un joven marroquí fue revivido en momentos en que intentaba suicidarse.
Un menor sufrió una fractura y debió ser auxiliado por la Policía el domingo.
Los miles de migrantes, en su mayoría jóvenes, aprovecharon el relajamiento de los controles fronterizos del lado marroquí, en el contexto de una crisis diplomática entre España y Marruecos.
Rabat se indignó por la decisión española de prestar atención médica en un hospital desde abril al líder independentista del Sáhara Occidental, Brahim Ghali, un territorio que Marruecos considera como suyo.
El ministro español de Justicia, Juan Carlos Campo, estimó este lunes en un foro económico que la crisis con Marruecos está en vía de solucionarse.