Reino Unido. El Partido Nacionalista Escocés (SNP) aseguró este domingo que su victoria en el parlamento regional le da legitimidad para impulsar un nuevo referendo de independencia, a pesar de la oposición del gobierno de Boris Johnson.
Johnson, quien tiene la última palabra para permitir o no el referendo, se opone rotundamente a la consulta.
Si el SNP, de la primera ministra Nicola Sturgeon, intenta legislar para obtener un referendo, pero el gobierno del Reino Unido no coopera, la disputa podría resolverse en los tribunales.
“Sería absurdo y completamente indignante”, dijo Sturgeon a la BBC. Si eso ocurre, “significaría que un gobierno conservador se ha negado a respetar la voluntad democrática del pueblo escocés”, advirtió.
Pero para Boris Johnson, un referendo es “irresponsable”.
El líder conservador cree que la prioridad es afrontar la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, que dejó más de 127.000 muertos en el Reino Unido. Por ello instó a Sturgeon a “trabajar juntos” frente a los “desafíos compartidos”, invitándola a una reunión con otros líderes de gobiernos locales.
“En lugar de centrarnos en lo que divide, centrémonos en lo que une”, dijo por su parte Michael Gove, el ministro responsable de coordinar la acción del gobierno, en declaraciones el domingo a SkyNews.
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Nicola Sturgeon agregó que la salida de la pandemia seguía siendo su prioridad, pero que “después de la crisis” tenía la intención de “dar al pueblo escocés la oportunidad de elegir su propio futuro en un referendo”.
En 2014 ya hubo un referendo en el que el 55% de los escoceses optó por permanecer en el Reino Unido. Basándose en esa votación, Boris Johnson sostiene que una consulta de este tipo solo puede celebrarse “una vez cada generación”.
Sin embargo, el SNP cree que el brexit cambió las reglas del juego, ya que el 62% de los escoceses se opuso a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El objetivo del SNP es que Escocia se incorpore a la Unión Europea (UE) como Estado independiente.
Gove subrayó que, a diferencia de las elecciones locales del 2011, en las que los independentistas obtuvieron una amplia victoria y que condujeron a la celebración de un referendo tres años después, esta vez “el SNP no obtuvo una mayoría”.
El SNP se quedó efectivamente sin mayoría absoluta por un escaño, al obtener 64 de los 129 del Parlamento escocés, según los resultados definitivos anunciados el sábado, dos días después de las elecciones.
Sin embargo, puede unir fuerzas con los Verdes, también partidarios de la separación del Reino Unido, que obtuvieron ocho escaños.
“Eso nos da dos partidos en el parlamento que apoyan la independencia, que tomarán este resultado como un mandato para otro referendo”, dijo a la AFP Lynn Bennie, del departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Aberdeen.
“El problema es que el gobierno conservador de Westminster se negará a corto plazo. Así que tenemos un debate sobre una demanda democrática de un referendo y al mismo tiempo hay una posición legal que impide que el referendo ocurra, porque en última instancia depende del gobierno del Reino Unido para concederlo”, añadió Bennie.
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