La productora Move Concerts confirmó a través de su cuenta oficial de Instagram que las entradas para los dos conciertos que Bad Bunny dará en diciembre Costa Rica están agotadas.

El artista puertorriqueño regresará al país con su gira internacional DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour.
La primera fecha anunciada de este 2025 fue para el 5 de diciembre, y las entradas salieron a la venta la mañana de este 12 de mayo. Debido a la abrumadora demanda, la productora anunció horas después una segunda fecha para el 6 de diciembre, inicialmente la venta se realizó de manera exclusiva para clientes de las tarjetas BAC. Poco después, se habilitó la venta general.
Los boletos para ambas fechas se agotaron en tiempo récord; en menos de cuatro horas todos los tiquetes disponibles fueron vendidos. Un hecho relevante considerando que la venta estuvo habilitada para toda Centroamérica, ya que Costa Rica es el único país de la región donde el artista se presentará.
De esta manera, Bad Bunny se mete en la exclusiva lista de estrellas de la música internacional que han logrado vender el Estadio Nacional completo en dos fechas seguidas, tal como lo hizo la banda británica Coldplay y la colombiana Karol G.
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Bad Bunny en Costa Rica
El concierto de diciembre representará la tercera visita oficial del puertorriqueño a Costa Rica.
En el 2018, el artista se presentó en El Tajo del Parque Diversiones con el espectáculo Nueva religión. Para ese entonces, como reseñó el periodista de La Nación en la crónica del recital, Bad Bunny era apenas una estrella emergente, a la que fueron a ver 9.000 personas.
Cuatro años después, con una carrera más que sólida, Bad Bunny repitió pero en un escenario mítico: el Estadio Nacional.
Noviembre del 2022 volvió a recibir al puertorriqueño, ya convertido en todo un ícono de la música latinoamericana. Esa vez, la audiencia alcanzó 36.000 almas en el recinto deportivo de La Sabana.
Bad Bunny, un caso de estudio
Bad Bunny es una estrella. No es algo antojadizo y su triunfo corresponde a que está acuerpado por una maquinaria de producción y mercadeo gigante. Empezó a causar conmoción desde hace ocho años, cuando irrumpió pateando paradigmas en la industria de la música internacional.
Con pasos seguros, un estudio minucioso del mercado, un personaje disruptor que cuestiona la masculinidad y canciones producidas con todos los elementos necesarios para convertirse en éxitos virales, Bad Bunny logró en los últimos años convertirse en un hito de la música en el orbe. Y lo hizo incomodando.

En su gira pasada (Verano sin tí) logró llenazos absolutos en su gira de estadios por Estados Unidos, con un repertorio completamente en español, atrayendo a un público diverso y a miles de personas que ni siquiera entienden el idioma. Su caso lo diferencia de otros artistas latinos que se lograron cotizar años atrás en Estados Unidos, pues Ricky Martin y Shakira, para mencionar dos de los casos más notables, debieron hacer el crossover y empezar a cantar en inglés con tal de expandirse a Europa y Norteamérica.
Ese tour internacional del 2022 recaudó más de $120 millones; en el 2020 y el 2021 fue el intérprete más escuchado en Spotify, con 8.300 millones y 9.100 millones de streams, respectivamente.
Bad Bunny pisa el camino que otras grandes estrellas han recorrido. No es una fórmula nueva, pero cada vez que alguien así aparece para marcar diferencias entre generaciones, el escándalo viene por añadidura.
Ya sea por sus canciones polémicas, su escandalosa forma de expresarse o su manera de vestir, Bad Bunny acapara las miradas y utiliza cualquier plataforma también para demostrar sus intenciones sociales, como lo hizo recientemente con el álbum DeBÍ TiRAR MáS FOToS, considerado una oda a la salsa.

