Posiblemente muchos recuerden esta parte de El Principito, de Antoine de Saint Exupéry: “Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien”, que es exactamente a lo que se ve obligada una madre para salvarse con sus hijos.
Ello sucede porque “un misterio” (reminiscencia religiosa) se ha metido entre la humanidad y quien lo ve, se suicida. Para salvarse hay que andar con los ojos vendados siempre, condición que no es fácil de sostener (lo pueden notar si logran ver la película sin suicidarse).
Por ahí va el hilo de un filme que ha resultado exitoso en Netflix, dirigida por la danesa Susanne Bier y titulada Bird Box: A ciegas; aunque, por cierto lirismo que se explica al ver el filme, le va mejor su título original con solo Bird Box.
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Susanne Bier es directora danesa formado al calor del movimiento Dogma 95 y, de ella, no me canso de recomendar dos de sus películas: Después de la boda (2006) y En un mundo mejor (2010), ambas exhibidas también en Costa Rica.
Ahora, con Bird Box: A ciegas, Susanne Bier salta del drama puro al género fantástico, con el suspenso de cierto terror por el miedo a lo desconocido y por su presencia aplastante. Es lo que muchos llaman cine apocalíptico, en cuanto supone el posible final de la humanidad.
Casi siempre, este tipo de cine tiene por ahí algún halo de esperanza, aunque lo hay también de tono pesimista. Eso sí, la mayor parte de las veces la trama se concentra en algún grupo humano que busca sobrevivir ante el signo de lo inevitable.
Igual, estos grupos siempre tienen contradicciones que sirven para aumentar el suspenso de la situación narrada, que la directora Susanne Bier maneja con buen pulso y con la innegable ayuda de un actor con espuela en dichos haberes: John Malkovich.
El problema del filme es la partición de la trama en dos situaciones distintas que se van mostrando de manera alternativa. A todas luces, es una falla del guion, porque era mejor el recurso lineal con el relato. Así, una parte del filme pierde intensidad cuando vamos conociendo la otra, donde destaca la actriz Sandra Bullock.
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El relato va tensado con doble mecate, uno con la aparición del conflicto (el “misterio” que provoca genocidios desde Rusia a Estados Unidos). Ello podría haber sido la primera mitad del filme. El otro mecate tiene que ver con la resolución del conflicto, en una odisea o un viaje hacia un lugar utópico (pudo ser la segunda parte).
Mezclar ambas situaciones siempre va en detrimento de las dos: las partes no se complementan, más bien se zancadillean (en una de ellas, brilla la fotografía). De esa artificiosa construcción viene la debilidad de Bird Box: A ciegas, filme que entretiene y nos angustia por secuencias, no siempre.
Ficha técnica
Título original: Bird Box.
Estados Unidos, 2018.
Género: Fantástico.
Dirección: Susanne Bier.
Elenco: Sandra Bullock, John Malkovich, Sarah Paulson.
Duración: 124 minutos.
Plataforma: Nétflix.
Calificación: Dos estrellas de cinco posibles