Fue una noche romántica, de eso no hubo duda. Los seguidores más fieles del cantante argentino Jairo le demostraron tanto amor, que él solo tuvo sonrisas y mucha música para agradecerle a quienes llenaron el teatro Melico Salazar, el jueves por la noche, en un concierto cargado de éxitos que interpretó el artista.
Con su eterna sonrisa, intensidad y buen humor el cantante se entregó por completo en el escenario de un teatro que con los años se ha convertido en una casa para él y sus amigos. Por ese motivo no fue extraño verlo tan cómodo y relajado en las tablas a pesar de que se recupera de una operación en una de sus piernas.
La velada no podía ser más que emocionante porque el argentino tenía preparado un amplio repertorio con el cual hizo un repaso por sus más de 50 años de carrera artística, así que hubo espacio para temas muy queridos por los ticos y otros que, aunque pareciera mentira, cantó por primera vez en nuestro país como lo fue el éxito Amor de cada día, que según Jairo nunca la había interpretado en Costa Rica.
Acompañado por seis músicos, entre ellos su hijo Yaco, quien es el director musical de la banda, Jairo interpretó grandes temas como Duerme negrito, Me basta con saber, Carpintería José, Caballo loco y Los poetas no se rinden jamás. Esta primera parte del recital fue algo como un monólogo de amor, ya que el artista se dedicaba a cantar y su público a escucharlo con atención.
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Para cuando llegó el momento acústico de la noche, llegaron más éxitos. Junto a sus dos guitarristas, Jairo tocó Amor de cada día, Yegua de carreras y Contame alguna mentira, para luego darle paso a Era otro cielo, canción que movió los recuerdos de los ticos ya que en el país la agrupación Gaviota la había hecho famosa hace muchos años.
“Después de que ellos la cantaron vine yo a guindarme del éxito”, bromeó el artista en una de las acertadas intervenciones que realizó con buen humor y muchas anécdotas. Tras esta broma, llegó otro momento de éxtasis cuando Jairo invitó a su hijo a cantar en francés y español el tema Gracias a la vida, pieza cuya letra es de Violeta Parra. Yaco demostró que el talento no se hurta, se hereda.
Otro de los espacios más intensos de la noche también fue protagonizado por un invitado en escena. El costarricense José Mata llegó muy emocionado al escenario del Melico para interpretar a dúo con el argentino las icónicas canciones Amigos míos, me enamoré y El valle y el volcán. El talento del nacional fue admirado tanto por Jairo como por el público que se deshizo en aplausos para ambos artistas.
La noche fue de Jairo, de sus amigos, de sus seguidores. Esta relación que existe desde hace varias décadas cada vez se hace más fuerte e intensa y es que el artista entrega su corazón a Costa Rica cada vez que nos visita.