
La imagen resume el sentimiento de millones de televidentes latinoamericanos: unos cincuenta niños con disfraces del Chapulín Colorado y El Chavo del 8 acompañaron el ataúd de Chespirito en su salida del Estadio Azteca .
La concurrida despedida del comediante cerró un fin de semana colmado de homenajes para Roberto Gómez Bolaños. El director, productor, actor y dramaturgo falleció el viernes a sus 85 años.
El sábado, se trasladó su cuerpo desde Cancún, donde murió., al Distrito Federal de México. Por la noche, Televisa, casa de sus series, conmemoró al director y actor en una ceremonia privada donde se reunieron estrellas de la farádula mexicana.
Al mediodía del domingo, su cuerpo llegó al Azteca en una carroza que mostraba el ataúd, flanqueado por estatuas del Chavo y su barril y el Chapulín Colorado con su chipote chillón. Dondequiera que pasó, la carroza funeraria se encontraba con seguidores de Chespirito que vitoreaban y despedían al artista.
Figura. Si bien se trataba de las honras fúnebres de uno de los humoristas más populares de América, la alegría que dieron sus personajes a jóvenes y grandes llenó de algarabía el “coloso de Santa Úrsula”, como se conoce al recinto.
Grandes carteles con célebres frases de personajes de Chespirito –como “No contaban con mi astucia”, del Chapulín Colorado– vistieron la fachada del Azteca. Al llegar el féretro con los restos de Gómez Bolaños a bordo de la carroza, unos 40.000 asistentes rompieron en una ovación y gritos de “Se ve, se siente, el Chavo está presente”.
“Sentimos mucha tristeza porque se fue una gran persona, que dio a conocer a México de muchas formas, cómo éramos o cómo es el sentido de humor de los mexicanos”, le manifestó Elvira Domínguez, una vendedora ambulante del estadio, a la agencia de noticias EFE.
El ataúd fue colocado en una enorme carpa en la cancha ante una cruz y dos grandes fotografías del actor.
Durante estos días, el foco ha estado sobre Florinda Meza, su viuda, quien ha prodigado agradecimientos y sentidas palabras en televisión y en su cuenta de Twitter. Este domingo fue recibida con cálidos aplausos de pie en el Azteca. Meza se aproximó al féretro para depositar flores, no sin antes elevarlas en señal de agradecimiento al público.
El estadio era el sitio ideal para un homenaje popular y concurrido: las Águilas del América fueron el equipo de los amores de Chespirito, quien dejó constancia de su pasión por el equipo en películas como El Chanfle .
Aunque muchas personas iban disfrazadas como personajes de Chespirito, y varios llevaban gorros como los que usaba El Chavo del Ocho, lo que más se veía eran las “antenitas de vinil ” como las que ayudaban al Chapulín Colorado a detectar la presencia de sus enemigos.
“Es mentira eso que dicen que solo le gustaba a gente más humilde; gustaba a todos ”, dijo Judith Robles a Asociated Press. Robles decidía, fuera del estadio, cuáles antenas comprar.
El grito de “¡Chespirito, Chespirito!” se escuchaba en las calles y también en el escenario deportivo, según se pudo apreciar en la transmisión especial de más de tres horas que Televisa dedicó a la ceremonia.
En el centro de la cancha se celebró una misa en honor al creador de una teleserie que, en los años 70, convocó a más de 350 millones de espectadores. Se les solicitó a los asistentes al homenaje llevar rosas blancas para celebrar a Gómez Bolaños y, durante los actos, caía una lluvia de ellas en la cancha. Al finalizar el acto religioso, se escuchó música de mariachis y los niños disfrazados liberaron palomas blancas.
Entre pétalos y aves, los pequeños acompañaron la última vuelta de los restos de Chespirito alrededor de la gramilla. Meza lloró profusamente al ver la algarabía de los chicos y saludó a los espectadores desde la tarima.
El héroe de la comedia mexicana será enterrado en el Panteón Francés de la Ciudad de México este lunes.
