Los Fabulosos Cadillacs no suelen dar sorpresas. No les hace falta. La última sorpresa en su carrera fue en el 2008, en su retorno como banda después de un silencioso impasse , tormentoso para su fanaticada.
Ese regreso a los escenarios trajo consigo nuevas composiciones y la reinterpretación en directo de sus éxitos imperdibles, muchos de ellos pertenecientes al cancionero básico en español de varias generaciones de latinoamericanos.
Aquellas melodías siguen asociándose en el inconsciente colectivo a momentos inmemoriales en la vida de quienes eran jóvenes cuando salieron discos como Vasos vacíos o Fabulosos Calavera .
Sus canciones eternas son pegajosas y movidas, con coros inolvidables y un espíritu que, más que de fiesta, es de manifestación de todas las emociones que un cuerpo necesita liberar. El grupo suma años y la receta sigue siendo la misma: la de conectar al corazón con canciones.
Sus clásicos son himnos de los que la audiencia se ha apropiado de inicio a fin. Se conoce de memoria la lírica y los silencios, el sentimiento y la intención.
En vivo. Los arreglos en directo, en contraste con las versiones de estudio, son pocos. Apenas se centran en los matices y las dinámicas que buscan acentuar aquellas partes de los temas que merecen un tratamiento especial. Es fácil que se cumplan al pie de la letra las expectativas.
Vicentico, con su presencia, da pie para que un estadio lleno repita sus palabras. El cantante, cada vez menos expresivo, se manifiesta desde la quietud. Contrasta así con Flavio Cianciarulo quien tiene más emoción en tarima.
Su hijo, Astor, una de las últimas fichas del grupo es quien aporta mayor explosividad al tocar, aunque musicalmente queda sobrando en la mayor parte de los temas. El doble bajo es un invento injustificado para los Cadillacs y eso se nota cuando padre e hijo están tocando la misma línea, calcada de un instrumento al otro. La duplicidad de la función a ratos, más bien, lo único que hace es recargar los bajos con insolencia.
La doble batería tal vez tiene más sentido, pero tampoco es indispensable dentro del grupo. Si bien suple a la percusión, son muy pocos los temas en los que realmente el invento destaca.
Florián, hijo de Vicentico, sí tiene un papel más preponderante con la guitarra y su presencia en la alineación definitivamente no es solo por cuestiones familiares.
Su aporte también fue significativo en el proceso de grabación del gran disco conceptual La Salvación de Solo y Juan, según se ha dicho en entrevistas.
De ese material, lanzado este mismo año, no se incluyeron tantos temas en el concierto, quizá porque tienen una orientación menos intempestiva en comparación con las piezas de antaño. La tormenta , El rey del swing y Averno, el fantasma funcionaron casi como un intermedio dentro de un repertorio de 23 temas, plegado de clásicos. Dicho setlist está muy bien construido. El balance en intenciones es claro, con fluidez en los ritmos y en las reacciones que genera cada tema.
La puesta en escena es otro punto alto de esta gira. La proyección de las ilustraciones animadas del Dr. Alderete le brindan un elemento diferenciador al espectáculo, con estampas sencillas pero hermosas, inesperadas y memorables que se asocian a un espectáculo cautivador, inolvidable e infalible.
Ficha técnica.
Artista: Fabulosos Cadillacs
Teloneros: Gandhi y La Milixia
Lugar: Estadio Nacional
Fecha: 27 de agosto
Productora: Flevent