EscucharEsta es una historia de amor como cualquiera, una al estilo de Romeo y Julieta, pero con Fidel y Marina -los hijos del río San Juan- como protagonistas. Ambos personajes, a quienes Malpaís canta en Contramarea, por fin tendrán rostro.
A Fidel y a Marina podremos verlos contar su leyenda con música, baile y teatro, gracias al musical que el Auditorio Nacional presentará en su escenario del 20 al 29 de enero.
Inspirada en la más romántica de las canciones de la agrupación costarricense, la obra Contramarea, del dramaturgo Kyle Boza, no solo narrará la historia de amor entre Fidel y Marina, pues también llevará a la audiencia por un cuento cargado con un fuerte mensaje social.
Además, el relato del musical no solo abarca la relación que ha existido a lo largo de la historia entre Costa Rica y Nicaragua, sino que también viajará por paisajes guanacastecos y por costumbres ticas; todo hilado con los versos y los acordes de Malpaís.
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“Es una historia de romance entre una chica nicaragüense y un chico tico. Es una historia de amor, pero es casi imposible ubicar algo en Guanacaste y Nicaragua sin tener en cuenta los contextos sociales que hay. No puedo decir que es algo actual, pero tampoco que es pasado o futuro; los antecedentes sucedieron, suceden y sucederán. Los temas y luchas que se tratan en la obra siempre van a estar. El contexto social golpea, influye y mueve de un lado para otro a la historia romántica”, explicó Boza.
La idea de realizar el musical nació en Kyle hace muchos años, cuando escuchó en vivo a Malpaís durante un concierto que el grupo ofreció en el Parque Nacional. Ahora, ese sueño se verá materializado con varias funciones del nuevo espectáculo.
La puesta en escena, según explicó Boza y también el músico, director y productor Bernardo Quesada (director musical de la obra), es del género jukebox, que toma canciones de un artista y forma a partir de ellas un montaje. No es, entonces, la historia de Malpaís contada con sus temas, es más bien un relato totalmente inédito narrado a partir de la música.
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“Es darle una relectura a la música en un contexto escrito sirviéndose del material existente”, explicó Quesada, quien desde hace muchos años mantiene una relación íntima con Malpaís. Recordemos que el músico trabajó con Jaime y Fidel Gamboa en grabaciones, composiciones, arreglos y hasta dirección de sus conciertos.
Entre alegría y sorpresa, los integrantes de Malpaís recibieron la noticia de que su obra sería llevada a las tablas de un teatro. Jaime Gamboa, compositor y músico de Malpaís, expresó que nunca esperaron ver a sus canciones interpretadas por actores y bailarines.
“Es un libreto muy hermoso, muy poético, que nos gustó y nos parece que vale toda la pena. Kyle tomó mucho riesgo como dramaturgo al convertir sus ideas de las canciones nuestras en un musical”, aseveró Gamboa.
El compositor comentó que, durante el proceso de producción y montaje, el grupo y Boza se han mantenido muy unidos; destacaron que ha existido una fuerte retroalimentación para que la puesta en escena sea lo mejor posible.
“Lo que hicimos fue poner la música que hemos creado a lo largo de la vida, nos gusta mucho la lectura que hay de las canciones”, agregó el artista.
Guiños a la realidad de Malpaís
La música de Malpaís tiene una columna vertebral muy fuerte, basada en la música del compositor Fidel Gamboa, fallecido en el 2011. En las canciones del recordado músico resalta su niñez en Guanacaste y las historias de la familia Gamboa Goldenberg; así que los guiños a todos estos elementos no podían quedar por fuera.
El personaje de Fidel, el guarda de fronteras, es un homenaje al compositor; Marina, por su parte, es el nombre de una de las canciones de Malpaís. Incluso, entre los personajes hay un Max como referencia a Max Goldenberg, tío de los hermanos Gamboa.
“Kyle entendió que Contramarea es una historia de amor que tiene un conflicto muy fuerte. No solo pasa por la cuestión de dos países diferentes, sino también en todos los conflictos sociales de la región. Es una historia de amor, con mucho de denuncia social y un contexto político”, explicó Jaime.
“Con el argumento que escribió Kyle, a partir de Contramarea, lo que hizo fue abrir ventanas a otros paisajes, a otras situaciones que están intrínsecas en las letras de muchas de las canciones de Malpaís. Fue usarlas como un hilo para coser diferentes posibilidades y el desarrollo de los personajes que son como una secuela de las canciones”, agregó Quesada.
Montaje
Para Kyle Boza, este trabajo ha sido una gran responsabilidad, ya que tuvo que descontextualizar a Malpaís del concierto y convertirlo en un musical donde otros actores interpretan sus canciones.
“Le decimos al público que les venimos a contar una historia de amor como cualquiera, pero que sigan con nosotros porque nos vamos a ir a otro lado. Ya conocen la música de Malpaís, pero les vamos a dar eso y un poquito más”, afirmó el dramaturgo.
Para lograr que todo encaje y que la magia sobre el escenario fluya, es importantísimo el trabajo de actores y músicos en la producción.
Alejandro Jiménez, quien ha trabajado mano a mano con Quesada desde hace más de una década, es el encargado de los arreglos musicales. La escenografía es de Alejandro Méndez y el vestuario de Rebeca Quesada. Además, el diseño de luces es de Valeria Coghi.
El elenco de actores y cantantes está formado por la cantautora nacional Guadalupe Urbina (Mamá Agua), la bailarina Isabel Guzmán Payés (Marina), el actor Melvin Jiménez (Fidel), Silvia Baltodano (Alicia), Érick Córdoba (César), Gerardo Cruz (Cabrera) y más intérpretes que se suman al montaje.
La música estará a cargo de una orquesta conformada por grandes músicos, que en el pasado han laborado con Quesada, especialmente en el musical Henrietta. Sin embargo, los artistas de Malpaís también estarán presentes durante todo el desarrollo de la historia.
En el montaje Contramarea, la base musical son las canciones más icónicas de Malpaís como Presagio, Son Inú, Abril y muchas otras.
Para información de las entradas puede consultar en la página web boleteria.museocr.org.
