
Brian Wilson, fundador y líder de la famosa banda de rock & roll The Beach Boys, falleció este 11 de junio, a la edad de 82 años. Así lo comunicaron los hijos del vocalista a través de las redes sociales.
En la publicación, los familiares pidieron respeto a su luto, aunque están conscientes de que están compartiendo su dolor con el mundo.
“Estamos desconsolados al anunciar que nuestro amado padre, Brian Wilson, ha fallecido. En este momento, nos faltan las palabras. Por favor, respeten nuestra privacidad mientras nuestra familia atraviesa este duelo”, se lee en el posteo.
El también productor y compositor sufrió de demencia senil en sus últimos años de vida. De momento, no ha trascendido la causa de su fallecimiento.
Brian Wilson fundó The Beach Boys en 1961, junto a sus hermanos Carl y Dennis, su primo Mike Love y el músico Allan Al Jardine. Brian era el último de los hermanos Wilson con vida.
La célebre agrupación destacó en sus primeros años como estandarte de la cultura surfera y juvenil de California, con canciones como la imprescindible Surfin’ U.S.A.

Años después, abandonaron este estilo y ahondaron en composiciones menos joviales y con presencia de elementos orquestales. Esta nueva etapa estuvo marcada por el movimiento de Brian Wilson, quien abandonó las presentaciones para dedicarse a la composición y producción.
Ante esto, Bruce Johnston se incorporó al grupo como vocalista, bajista y pianista.
Esta transición estilística se reflejó con contudencia en el álbum Pet Sounds (1966), compuesto por Brian y considerado por la crítica especializada como uno de los mejores discos de la historia.
El cambio de Brian Wilson que marcó a The Beach Boys

En 1965, después de un colapso nervioso, Brian Wilson, compositor principal del grupo para esa época, decidió dejar de viajar y optó por trabajar en el estudio.
Wilson, de entonces 24 años, ya había compuesto para diez LP desde 1958 y se encontraba cansado de hacer canciones de relleno o que, en 15 años, quizá no estarían de moda.
Así, fue cautivado por Rubber Soul (1965), disco de los Beatles que le llamó la atención por su cohesión sonora y potencia.
Su disquera Capitol había asociado al grupo con California, con las olas y la diversión, algo que Wilson no despreciaba, pero sabía que ese no debía ser su punto de partida para dejar una huella en la historia.
“¡Marilyn, voy hacer el mejor disco! ¡Haré el mejor disco de rock que se haya hecho!”, dijo Wilson a su esposa, mientras empezaba la producción.
Las palabras quedaron registradas en el libro Catch a Wave de Peter Carlin, una de las tantas obras (entre ellas películas) que han explorado este periodo en la vida de Wilson.
Uno de los puntos de cambio en este disco fue la incorporación de Tony Asher como letrista. Asher, compositor de jingles, se ganó el respeto de Wilson después de que, en una sentada, escribiera gran parte de la letra de You Still Believe in Me.
