
La artista y modelo Casandra Cassie Ventura, expareja de Sean Diddy Combs, declaró este martes 13 de mayo, en el juicio al magnate del hip-hop, que él le “controlaba” gran parte de su vida y utilizaba videos sexuales comprometedores para que no hablara.
Ventura denunció al rapero en 2023 por agresiones sexuales y violación.
Aunque retiró la denuncia civil tras un acuerdo extrajudicial, Ventura es la principal testigo de este mediático caso que ha sentado al exitoso empresario en el banquillo por asociación ilícita y tráfico sexual, cargos por los que, si es declarado culpable, puede pasar el resto de su vida tras las rejas.
Combs “controlaba gran parte de mi vida”, dijo Ventura en el juicio.
Ventura conoció a Combs en 2005, cuando tenía 19 años. “Solo sabía que era un empresario y un músico fuera de lo común”, reconoció. Poco después firmó un contrato para publicar 10 álbumes con su discográfica, Bad Boy (Chico Malo).
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Tras describir la compleja relación que los unía, dijo: “Estaba confusa, nerviosa, pero también le quería mucho”, dijo.
Un video de una cámara de seguridad, captado en un hotel de marzo de 2016 y que la fiscalía proyectó en la sala del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, muestra al empresario golpeándola brutalmente y arrastrándola del cabello por un pasillo.
Según el exagente de seguridad del hotel de Los Ángeles donde se produjo la agresión, Israel Florez, Combs trató de sobornarle con un fajo de billetes para mantener el silencio.
Los 12 miembros del jurado que sellarán la suerte Combs, escucharon el lunes de la fiscalía y de los primeros testigos, una descripción del rapero muy diferente de la cara amable de artista excéntrico y exitoso hombre de negocios que proyectaba en público.
Su otra cara escondía a un hombre “violento”, “controlador” con un “poder ilimitado” que no dudaba en comprar a víctimas, empleados y testigos para que sus orgías sexuales bajo las drogas, las coacciones y las amenazas y la violencia no empañaran su reputación.
Combs, de 55 años, se ha declarado inocente de todos los cargos.
Los abogados de Combs sostuvieron que, aunque parte de su comportamiento es cuestionable -en ocasiones constitutivo de maltrato doméstico-, no es una prueba de las acusaciones que le han sentado en el banquillo.