Una grabación telefónica filtrada motivó a la empresa de lucha libre WWE (World Wrestling Entertainment) a sacar por la puerta trasera a Hulk Hogan.
Este viernes varios medios compartieron la transcripción de una llamada entre Hogan y su amante Heather Clem en la que el primero se refería a los afrodescendientes como "niggers", una palabra que, en Estados Unidos, tiene una connotación particularmente despectiva.
La conversación fue una prueba incluida en una demanda en la que el musculoso (cuyo verdadero nombre es Terry Bollea) acusaba al sitio Gawker de filtrar un video sexual entre él y Clem, esposa de otro luchador profesional.
En la grabación de una conversación acontecida hace ocho años, Hogan afirma "todos somos un poco racistas", al referirse a la población afroamericana.

La WWE canceló ayer su contrato con el famoso luchador, quien comenzó a pelear en 1977. "La organización está comprometida con abrazar y celebrar a individuos de todos los trasfondos, como queda demostrado en la diversidad de nuestros empleados, actores y fanáticos alrededor del mundo", aseguró en un comunicado.
Por su parte, el protagonista del escándalo se disculpó más tarde por sus palabras en la charla filtrada: "Ocho años atrás, yo usé lenguaje ofensivo durante una conversación. Fue inaceptable haber usado ese lenguaje ofensivo. No hay excusa, y me disculpo por haberlo hecho", le dijo a People.
El abogado defensor dijo que fue el mismo Hulk Hogan quien decidió dar un paso al lado de la WWE para no afectarla y reducir los perjuicios para su familia.