El terror, el suspenso y el misterio se reclutan desde hoy en 490 metros cuadrados de construcción, que ocupa la nueva casa de sustos del Parque de Diversiones.
La secuela de El inframundo de Athan está de vuelta para estas vacaciones de medio año, y promete despertar el miedo a través de estímulos sensitivos, sensoriales y pruebas de esfuerzo.
A El final de los tiempos... El inframundo de Athan le dan vida 32 actores, 20 de ellos pasarán en constante interacción con los huéspedes de la casa, entre las 9 a. m. y las 7 p. m., hasta el 19 de julio. Los otros 12 intérpretes son adicionales para cubrir los tiempos de descanso por las intensas jornadas de la atracción.
Quienes ingresen a la tenebrosa casa lo harán en grupos de cinco o siete personas, y recorrerán 125 metros distribuidos en 16 tenebrosos aposentos que probarán la valentía en 13 minutos.
Guido Muñoz, gerente de Mercadeo y Ventas del Parque de Diversiones, explicó que la casa da continuidad a la liberación del guerrero Athan, a la que la gente ayudó en el 2014.
“Cambian los cuartos y las intenciones. El concepto ahora es de destruir el mal para que el mundo de Athan vuelva a ser lo que era al inicio”, dijo Muñoz.
El vocero subrayó el compromiso en el diseño de la casa para cuidar la integridad de los visitantes. En ese sentido, al interior hay rutas de evacuación debidamente señaladas y todas las esquinas son acolchonadas para evitar accidentes y lesiones.
“Queremos que la gente disfrute de una atracción que va a ser de mucho susto, pero controlado. Hay mucho miedo psicológico y actividad física por superar, como cruzar túneles que se van haciendo cada vez más pequeños”, contó.
Liuvob Ramírez, jefa del departamento de Entretenimiento Artístico del Parque, adelantó que hay varias habitaciones basadas en luz negra, una de ellas es el aposento cinco, llamado El cementerio de los resucitados.
“La casa está cargada de misterio. Nadie sabe lo que pueda pasar. Los visitantes experimentarán sobresaltos, aturdimiento, se mojarán con agua. Hay monstruos que generan expectativas y, al final, hay una sorpresa grande para la gente. La idea es que los huéspedes quieran salir huyendo”, detalló Ramírez.
Para ingresar a la atracción debe adquirir el pase especial del Parque de Diversiones, cuyo costo es de ¢7.750; además, debe medir más de 1,30 metros y no padecer de desórdenes nerviosos, fobias o males del corazón.
Junto al pase especial se entregará un kit con descuentos especiales y promociones.