Esa pelota amarilla fue, es y probablemente seguirá siendo un éxito en todo el mundo. Estamos hablando del viejo Pac-Man, el videojuego más popular en la historia de los arcades y que está cumpliendo 40 años desde su nacimiento. Desde entonces, muchos de los expertos y geeks aseguran que es uno de los videojuegos más icónicos de la historia.
Para quienes andamos rondando las cuatro décadas, este llamativo bicho (así le decía de pequeño) que come puntos y huía de fantasmas, fue un fiel compañero de nuestra niñez y un punto de referencia para comenzar a entender lo que a principios de los años 80 llamábamos “juegos electrónicos”.
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Y aunque hoy nos parece un juego sencillo y sin nada de gracia, les aseguro que para los que crecimos con Pac-Man era toda una revolución tecnológica: era increíble en ese momento de nuestras vidas decidir los movimientos de la graciosa pelota amarilla, que veíamos reflejada en la televisión (era en realidad de color blanca para los que teníamos un aparato que emitía imágenes en blanco y negro).
Este videojuego se popularizó en los centros de Arcade, donde habían gigantescas máquinas en las que se le introducía una moneda para poder jugar. Además de Pac-Man, habían otros juegos como Pong o Space Invaders que fueron muy gustados pero nunca llegaron a tener su popularidad o trascendencia.
Sin embargo, para los que éramos muy pequeños para ir a estos Arcades, conocimos al Pac-Man gracias al Atari. Fue una de las primera consolas de videojuegos que incluía el cartucho con la “data” para jugar Pac-Man.
El Atari se conectaba a la televisión y gracias a un sencillo joystick con un “palo plástico” que se movía en todas las direcciones y un botón rojo –que para efectos de este juego no servía de mucho– guiamos a Pac-Man.
Si tiene más de 40 años, también sabrá que era un infaltable en las cartas que escribíamos con la lista de regalos para Navidad. Para los que tuvimos la suerte (o mejor dicho, que nuestros padres tuvieran el dinero) de que el Niño Dios se apiadara de nosotros, el Atari era un tesoro.
Los pequeños que no tenían esa “suerte” no les quedaba de otra que jugar horas y horas Pac-Man en las casas de sus afortunados vecinos. Eso sí, usualmente las maratónicas de Pac-Man incluían el almuerzo y el café, así que tampoco había mucho de qué quejarse.
Fue así como Pac-Man, que abría y cerraba la boca para comerse todo lo que se encontraba en su camino, se fue convirtiendo en una revolución gamer que hoy sigue latente en la memoria de miles de fanáticos.
Según los expertos, el éxito de Pac-Man está en su sencillez. “Creo que Pac-Man llegó a darle ideas a otros desarrolladores, le abrió la cabeza a muchos genios que después dejaron su contribución”, comentó el experto en videojuegos Densho, entrevistado por El Universal de México.
“Le dio color a los juegos en cuanto a los personajes y su carisma. Aunque es un círculo amarillo, los diseñadores lograron que tuviera carisma, la gente imaginaba cosas de los personajes, se preguntaba ¿quiénes eran?”, relató al experto.
Densho agregó que ese carisma está presente en el sencillo, pero bien conocido diseño de laberinto así como la música y sonidos que nos remiten a él. El nombre de Pac-Man tiene su origen en la onomatopeya japonesa “paku”, sonido que se hace cuando se abre y cierra la boca.
El padre
Según El Universal y muchos medios que recuerdan su aniversario, concuerdan en que Pac-Man fue creado por el diseñador de videojuegos Toru Iwatani, quien trabajaba para la empresa Namco.
El videojuego fue lanzado el 22 de mayo de 1980 (aunque hay versiones que lo ubican un día antes, el 21 de mayo) en Japón y pronto se “viralizó” por todo el mundo, convirtiéndose en el principal personaje de una industria apenas naciente.
“Contribuyó mucho a la imaginación de otros desarrolladores. El videojuego comercial estaba apenas apareciendo y curiosamente los primeros se enfocaron en la competitividad y lo bélico; siempre eran de guerra con aves o tanques o competencias como juegos de tenis o pong”, le dijo Densho a El Universal.
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“Era para lo que daba la imaginación con la tecnología de esa época, no había forma de imaginar más que naves disparándole a cosas o una pelotita rebotando en una pantalla”, agregó. Pac-Man llegó a cambiar por completo ese escenario, creando un personaje que tenía “vida” en la imaginación de muchos niños y con el cual millones de personas se identificaron.
Hoy, Pac-Man continúa siendo uno de los videojuegos más exitosos, no solo porque lo recordamos cuarenta años después desde su nacimiento, sino que este personaje sigue presente en la cultura popular apareciendo en exitosas películas como la producción de Disney Ralph, el demoledor (2012), y criticada cinta Pixels (2015).
Obviamente, Pac-Man se perfeccionó conforme la tecnología mejoró, y surgieron otras adaptaciones que, aunque son mejores visualmente, no alcanzaron la popularidad de su primera versión. Una de las más conocidas fue cuando en 1999, Playstation lanzó Pac-Man World, un juego de aventuras muy similar a Mario Bros., en el que el protagonista tenía pies y manos y se movía entre niveles.
Cinco curiosidades
- El creador Toru Iwatanile dijo a la revista Time que para crear a Pac-Man se inspiró en una pizza cuando le falta un slice.
- Es imposible terminar el juego de Pac-Man. Con cada pantalla que el jugador supera, la dificultad aumenta. Sin embargo, no se puede pasar del nivel 256 porque hay un error en la pantalla que lo hace imposible de superar.
- Según La Vanguardia, el primer nombre de Pac-Man iba a ser Puckman, inspirado en el término paku, que significa masticar. Sin embargo, cuando entró en el mercado de Estados Unidos, decidieron bautizarlo con su nombre actual para evitar que la gente cambiara la “p” por la “f”.
- Se puede alcanzar el juego perfecto en Pac-Man: ganar los primeros 255 niveles sin ningún error. La suma máxima de puntos alcanza los 3.333.360, cuando se logran comer todos los puntos, fantasmas y frutas.
- Entre 1981 y 1987 se instalaron casi 300.000 máquinas en todo el mundo con las que se han jugado alrededor de 10.000 millones de veces.
- Fuente: La Vanguardia