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Acá no hay que dar muchas vueltas para entrar en materia. Hace mes y medio, la Revista Dominical le dedicó su portada y una extensa entrevista de cinco páginas al “Trío Maravilla” conformado por doña Dixiana Mena, madre y entrenadora autodidacta, y sus espectaculares hijas y atletas, Andrea y Noelia Vargas. Ahí se narró con todo detalle cómo estas tres humildes puriscaleñas se habían forjado literalmente con las uñas y en un escenario lleno de sacrificios y carencias, una seguidilla de éxitos y triunfos que las habían ubicado ya en varias justas internacionales, habían roto récords y marcas y estaban a las puertas de conseguir sus marcas para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
“Andrea y Noelia son atletas fisiológicamente superdotadas, como lo empezaron a demostrar desde su más tierna infancia. Su historia es fantástica porque estas luminarias del atletismo que conquistan marcas en competencias de élite en el mundo son dirigidas por su mamá, Dixiana Mena, quien hace años, siendo ama de casa y sin conocimientos en la materia, decidió convertirse en su entrenadora”, sentenció la mencionada nota, apenas en su arranque.
Costó un mundo resumir los principales logros de ambas. “Los entretelones de esta historia bien darían para un guion cinematográfico: viéndolo en retrospectiva y en resumen, Andrea hoy es especialista en 100 vallas, dueña a la fecha del récord centroamericano en esa prueba y destacadísima atleta nacional en importantes torneos a nivel del orbe, incluidos mundiales de atletismo (...) Entre los logros más destacados de Andrea están su título de campeona en los Juegos Centroamericanos de Managua (2017); Campeona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2018, Barranquilla); tercer lugar en el III Campeonato Nacac de atletismo en Toronto, Canadá (2018), campeona del Gran Premio Brasil-Caixa, en Sao Paulo (2019) y récord nacional en 100 Vallas (12:90). Está clasificada para los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, en julio próximo y para el Mundial de Doha, en Catar, en noviembre”.
No valieron ni esta ni las publicaciones de otros medios como para que marcas gigantes se lanzaran a patrocinarla. Sabemos eso sí de Kolbi, por supuesto el Comité Olímpico Nacional (CON), la Federación de Atletismo con alguito y bueno, posiblemente haya algunas otras ayudas que no han sido tan visibilizadas pero, como bien lo posteó una portavoz de la marca local que lucía Andrea en su camiseta al momento de bañarnos en oro: “¡Ella no iba vestida de Nike, ni NB! Ella iba con una marca de una pequeña industria de Pérez Zeledón, Physical Zone! Orgullo Nacional. No es la ropa lo que te define... o lo material que tengas... es tu garra y empuje!!!”
Y entonces, esa leyenda de la gimnasia que es Tarik Soto, se mandó con este oportunísimo tuit: “Impresionante pensar que atletas CLASIFICADXS a Juegos Panamericanos reciben menos apoyo y patrocinios que ‘atletas influencers’ sin resultados sobresalientes solo por seguidores o likes”.
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Un porrazo de pena y realidad en un solo párrafo; allá las marcas que se van de cabeza a patrocinar gente (bonita o famositica, por supuesto) que se suda un toque la chaqueta en una bici, en la calle o en cualquier otro deporte, pero de ahí a dejar de lado a figurones absolutos como las hermanas Vargas -- y las decenas de atletas que vienen detrás, solo en los Juegos Panamericanos participaron 45 mujeres y 42 hombres-- pues nada, que se arriesgan a que les explote un hecho de estos en la cara.
Y es que los argumentos para nuestra indignación, son monumentales, tal cual fue el razonamiento del periodista y jefe de información de La Nación, Víctor Fernández, posteado este viernes en su FB y apadrinado por la mismísima Sylvia Poll, una de las glorias del deporte nacional en el ámbito de la natación.
Fernández escribió: "Esta semana muchos fueron los deportistas costarricenses que participaron en los Juegos Panamericanos en todo tipo de disciplinas (con excepción del fútbol masculino, vale anotar). Sin embargo, la prensa deportiva tica dedicó la misma o quizá incluso más atención y espacio a la previa del clásico del campeonato de fútbol masculino, este sábado 10. Antes de que Andrea Vargas ganara la medalla de oro, ya una taekwondista y un dúo de raquetbol habían obtenido medallas de bronce pero no pudieron quitarles las notas de abrir a Paté o McDonald. Lo mismo sucedió en estos días con Yokasta Valle y Hanna Gabriels, que pese a defender con éxito sus cinturones de campeonas mundiales, no recibieron una cobertura similar a la de los jóvenes manudos o morados que debutarán en el clásico.
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"El orden de las informaciones giró hasta que Andrea entró en competencia. Era ineludible. No tengo los datos a mano pero podría apostar que ninguna nota periodística acerca de Saprissa o la Liga obtuvo tanta visitación esta semana como las relacionadas con Andrea o la Selección Femenina de Fútbol, que también regresa a casa con medalla de bronce.
“No soy antifútbol, para nada, y este sábado veré con gusto el clásico. Sin embargo, no es defendible que siga siendo considerado ‘deporte rey’, especialmente por parte de la prensa. Las historias que hay por contar en el atletismo, el boxeo y otras disciplinas necesitan ser contadas, más y mejor”.
El texto anterior fue refrendado por Sylvia Poll: “Lamentablemente la historia no ha cambiado. Cuando yo nadaba, hace 30 años, pasaba exactamente lo mismo. Mi teoría es que muchos periodistas en parte solo saben hablar de fútbol. No tienen los conocimientos para hablar y escribir de otros deportes. Hay que saber de natación, Taekwondo o atletismo para escribir una buena nota. Para mí, los únicos dos periodistas que sabían escribir de natación eran Ricardo Quirós y Eliseo Quesada, recuerdo que ambos estudiaron mucho este deporte. Y no acepto la excusa de que eso es lo que supuestamente demanda la audiencia, solo fútbol”.
A estas alturas, como dijimos, ya Andrea debe (o debería) estar copada con propuestas de patrocinio, al igual que el equipo completo que integran su mamá y su hermana, porque hasta la fecha no solo se han tenido que dedicar en cuerpo y alma a entrenar y entrenar y mejorar y volver a entrenar (como lo cuenta en detalle la mencionada nota de la Revista Dominical, que anexamos en la versión digital), sino también a conseguir patrocinadores, lo cual no solo no saben hacer porque no son expertas en mercadeo, sino porque se acostumbraron a ganarlo todo por ellas mismas, a puro tesón, talento y valor, sin pedirle ayuda prácticamente a nadie.
El CON, valga decir, sí ha dicho presente desde hace rato ya y les ayuda con fisioterapia, nutricionista, preparador físico y psicóloga, que van incluso a Puriscal a trabajar con ellas, según contaron en la citada entrevista.
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Por ahí supimos en estos días que hay gente que no solo no les ayuda, en el ámbito de entrenadores de atletismo, sino que miran con celo los logros de doña Dixiana y sus muchachas, por haber logrado tanto partiendo de un punto totalmente emocional y artesanal, desde que las chiquitas aprendieron a caminar. Han tenido que lidiar incluso con problemas para entrenar, por ejemplo, antes de viajar a Lima, según nos sopló un Topito, Andrea enfrentó un problema para conseguir las vallas porque, en vista de los aguaceros, le pusieron peros para prestárselas porque “se mojaban con la lluvia”. Ojalá esto no sea cierto y seríamos felices de que alguien lo desmienta, porque imagínense lo que implica este pequeño gran detalle: la chambonada y la mediocridad totales, sin contar con la clase de panterada.
Otro detalle que nos hizo arquear la ceja fue la presencia de la marca Gollo, en las afueras del aeropuerto este viernes, con un montón de disfraces de pollos esperando a Andrea. A muchos en redes les pareció que se estaban aprovechando de la humidad de las Vargas, nosotros lo vemos como una oportunidad dorada de mercadeo y no dudamos que esa será una de las primeras marcas en apoyar a una de las ya jóvenes leyendas del deporte costarricense, pero en este caso no hay dos sin tres y doña Dixiana y Noelia se van en ese mismo cabús: hay que apoyarlas al máximo, desde las entidades oficiales hasta la empresa privada y las marcas millonarias.
Claro, así quién no. ¿Quién no gana ahora al apadrinar a semejante promesa, Andrea, quien además es esposa, madre y abogada, a sus apenas 23 años y con semejante pedigrí deportivo? Es que se trata de un ejemplo por todos los costados, ninguna de las otras aristas de su vida han sido un pretexto para convertirse en... bueno, nada, lo suyo es indescriptible, como lo presenciamos todos el jueves, henchidos y fascinados de ver que una tal Andrea de Puriscal que la gran mayoría del país desconocía, nos puso en la mira planetaria con una medalla de oro labrada a puro pundonor.
Y bueno, a estos últimos días en los que hemos celebrado tantas alegrías de atletas costarricenses, se suma la voz de Maribel Guardia, otra tica quien desde su trinchera artística también ha elevado a la cima el nombre de este país. Guardia engalanó a inicios de semana el programa de entrevistas de CNN, Camilo, donde conversó por una hora con el presentador Camilo Egaña en una amena entrevista en la que Maribel no solo volvió a llamar la atención por su gran belleza física, sino por la inteligencia, la simpatía, la cordialidad y la elegancia con la que respondió a cada pregunta que se le planteó.
Maribel Guardia repasó prácticamente sus 60 años de vida. Recordó sus épocas como estudiante de Psicología en la Universidad de Costa Rica; el día que fue sorprendida en pleno centro de San José para ser invitada a un casting del Miss Costa Rica 1978, al cual llegó sin expectativa y salió con corona, también repasó los traumas que sufrió de adolescente, como las espinillas en la frente que acostumbró a taparse con su larga cabellera. “Me sentía espantosa, y me decían que era bonita pero yo me sentía horrible”, dijo la actriz y cantante radicada en México.
Agregó que en esa época le costaba comprender que la belleza verdadera la determinaban características más allá de una espinilla, por ejemplo. “Cuando te das cuenta que el mejor maquillaje es una sonrisa en tu cara y que es parte de la seguridad que uno transmite, ese siempre será el mejor vestido y maquillaje”, respondió con su particular acento que no es del todo costarricense pero tampoco tan mexicano como podría ser debido a los tantos años que tiene de vivir en ese país.
También habló de eso: de sus raíces costarricenses y de cómo ella siempre quiso mantener incólume el tema de su procedencia. “Cuando vivía en Costa Rica, recuerdo que una Miss Costa Rica se fue un tiempo no sé a donde; cuando regresó, llegó hablando como española, y yo decía que qué horror. Yo decía que si algún día tuviera una oportunidad (de vivir en el exterior) no olvidaría que debo ser quien soy y que lo que me hace diferente es una entrevista, que el público es amoroso conmigo pero que más que Maribel Guardia soy Maribel Fernández; y nunca lo he olvidado, es una de las cosas por las que he luchado siempre”, afirmó.
La hermosa señora reveló que nunca quiso aceptar un papel en las telenovelas donde ella fuera villana porque la mayoría de veces una interpretación de ese tipo involucraba escenas de cama con los galanes de telenovela. “Nunca quise hacer villanas porque tienen escenas de camas, se besuquean con los galanes de las telenovelas y como mi imagen en los escenarios es muy sensual, tenía que equilibrar entonces siempre hice (interpretaciones de) puras buenas, con cara lavada y falditas debajo de la rodilla”.
La costarricense también habló de piropos y de los derechos de las minorías. “En México los piropos son bonitos porque el mexicano es respetuoso. Me dicen mucho mamacita y yo digo: ¡Ay!, le recuerdo a la mamá a este muchacho. Qué piropo tan lindo porque a la mamá se le quiere mucho”, respondió entre risas.
En cuanto a los derechos de las minorías dijo que a ella siempre le pareció injusto que las mayorías decidan cómo deben vivir los otros grupos. “No es justo y es que a veces, no solamente en esto porque es en todo, lo seres humanos hemos señalado cuando tenemos un poquito de poder”.
