En la más estricta intimidad, el cuerpo del cantante de Il Divo Carlos Marín fue incinerado este martes 28 de diciembre.
Este era el deseo del barítono, de 53 años, quien antes de fallecer el pasado 19 de diciembre en un hospital inglés, donde fue inducido a un coma después de haber sido infectado por covid-19, había pedido a su familia que si fallecía lo incineraran ante la presencia de sus seres queridos más cercanos.
No obstante, los restos mortales del artista fueron velados este lunes 27 de diciembre en una funeraria de Madrid, a donde se acercaron -además de sus allegados y su pareja Geraldine Larrosa-, numerosos admiradores.

Además de Larrosa, la madre y la hermana del cantante estuvieron presentes en su último adiós.
El cantante, de origen alemán y nacionalizado español, comenzó a sentir molestias el pasado 6 de diciembre, por lo que fue hospitalizado en el Manchester Royal Hospital, en Inglaterra.
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El grupo confirmó el deceso mediante redes sociales.
“Es con gran pesar que les hacemos saber que nuestro amigo y socio, Carlos Marín, ha fallecido. Sus amigos, familiares y fanáticos lo extrañarán. Nunca habrá otra voz o espíritu como Carlos”, escribieron.
Y añadieron que: “Durante 17 años, los cuatro hemos estado juntos en este increíble viaje de Il Divo, y extrañaremos a nuestro querido amigo. Esperamos y rezamos para que su hermosa alma descanse en paz. Con amor: David, Sebastien y Urs”.
