
El actor e influencer estadounidense Matt Rife, adquirió el Museo del Ocultismo de los Warren, una propiedad envuelta en historias paranormales.
La operación también incluyó la muñeca Annabelle, uno de los objetos más temidos por su vínculo con fenómenos inexplicables.
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Rife se convirtió en tutor legal de la muñeca por un periodo de cinco años, un rol que implica mantenerla bajo resguardo, sin contacto físico y bajo estrictas condiciones de seguridad.
La muñeca, una Raggedy Ann de tela, inspiró las películas de la saga El Conjuro y permanecía guardada en una vitrina sellada con el rótulo de advertencia “no abrir”.
Ed y Lorraine Warren, reconocidos por investigar casos sobrenaturales en Estados Unidos, sostenían que la muñeca estaba poseída por un “espíritu inhumano”. Por esta razón, había sido mantenida aislada del público y contenida mediante rituales religiosos.
La decisión del comediante provocó reacciones inmediatas. Seguidores, curiosos y expertos en lo paranormal expresaron preocupación por los posibles efectos de alterar el entorno de Annabelle. Algunos recordaron accidentes atribuidos al objeto desde la década de 1970. Otros escribieron mensajes de advertencia en sus redes sociales.
Matt Rife, conocido por sus espectáculos de stand up y bromas en Internet, explicó que su intención no es provocar a las entidades que, según relatos, habitan la casa. Afirmó que desea rendir homenaje a la cultura del horror y permitir que el público acceda a parte de la historia del cine y del misterio.
Para minimizar riesgos, el actor aseguró que mantendrá a Annabelle en su vitrina original y bajo las mismas condiciones que regían en el museo. También contrató un equipo especializado en fenómenos paranormales, encargado de monitorear cualquier evento extraño. La propiedad contiene 750 objetos adicionales considerados embrujados o vinculados con el ocultismo.
Rife confesó que las películas de El Conjuro son sus favoritas.
Además, adelantó que planean habilitar el lugar para tours guiados y estancias nocturnas, con el fin de que el público pueda explorar la historia del museo. La propuesta incluirá recorridos por las salas que albergan los objetos más polémicos del legado Warren, incluida Annabelle.
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