
Esta vez no fue por el petróleo ni el cambio climático, pero el arte resultó igualmente blanco de una acción de los activistas: la organización Animal Rising vandalizó el nuevo cuadro del rey Carlos III en la galería Philip Mould en Londres (Inglaterra).
Militantes del grupo pegaron con rodillos dos carteles para cubrir la cabeza del soberano con el rostro del personaje Wallace, de la serie animada británica Wallace y Gromit, acompañado de un mensaje denunciando el trato a los animales en granjas que han recibido un certificado de la RSCPA, la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales.
”Sin queso, Gromit. ¡Mira toda esta crueldad en las granjas RSPCA (Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra los Animales)!”, dice el texto de la historieta que adhirieron a la pintura con la que el artista Jonathan Yeo sorprendió al mundo, al inmortalizar al rey en un completo rojo fuego, una decisión que generó controversia, discusión, admiración e innumerable cantidad de memes.
Animal Rising le pide al rey que suspenda su apoyo a la organización benéfica, de la que es el patrocinador, hasta que abandonen el programa Assured, que existe para proteger los estándares de bienestar animal.
Daniel Juniper, uno de los involucrados, dijo al Daily Mail: “Dado que el rey Carlos es un gran admirador de Wallace y Gromit , no podríamos pensar en una mejor manera de llamar su atención sobre las horribles escenas en las granjas aseguradas por RSPCA. Aunque esperamos que esto le resulte divertido a Su Majestad, también le pedimos que reconsidere seriamente si quiere que se le asocie con el terrible sufrimiento en las granjas”.
El mismo diario inglés reunió críticas de visitantes que se encontraban en la galería en ese momento: “Es una manera ridícula de protestar”, “No creo que deban desfigurar propiedades que no les pertenecen” o “Deberían haber sido arrestados y afrontar consecuencias por sus acciones”, dijeron.
El monumental retrato oficial del rey Carlos III llegó a la galería desde el Palacio de Buckingham, donde fue develado el mes pasado y se expone al público hasta el 21 de este mes.
La pintura del monarca está protegida por una placa de plástico, por lo cual la obra no resultó dañada, según confirmó el espacio de exhibición.
El 10 de mayo, dos manifestantes contra el cambio climático habían atacado el estuche protector que contiene una copia original de la Carta Magna en la Biblioteca Británica, fue uno de los más difundidos ataques de ambientalistas en museos de todo el mundo que vienen realizándose desde el 2022.

Queque, puré de papa, pintura, sopa de tomate y afiches han servido para que activistas de diferentes causas ataquen al arte en diferentes museos, hagan algún manifiesto o “denuncia”, graben la acción y esta se vuelva viral. Por ejemplo, la Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, recibió un tortazo de parte de un hombre en su exhibición en el Museo del Louvre en París (Francia); Los Girasoles, de Vincent Van Gogh, fueron bañados con una sopa de tomate en la National Gallery de Londres (Inglaterra) y Les Meules, de Claude Monet, quedaron embarrados con puré de papa en el Museo Barberini de Potsdam (Alemania).


