:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/FM4SYNB75JFAJCTJC3GTVO6GRM.jpg)
Navidad
Pareciera que, en Navidad, el más sencillo de los entretenimientos se puede convertir en un espectáculo.
Pese a ser una época familiar, la verdad es que cuesta mucho quedarse en casa. Las calles se contagian de los vientos alisios y la música de temporada, y todos los locales tienen su propia versión de las tradiciones que son inseparables del espíritu navideño.
Los teatros también cuentan con sus propias tradiciones. Desde hace ocho años se producen versiones de la historia de Charles Dickens, Un cuento de Navidad y, desde hace siete, el Teatro Nacional ofrece un ambicioso montaje del ballet El Cascanueces .
Para estas alturas, a ninguno de estos espectáculos les hace falta mucha publicidad para vender sus butacas. El público queda embelesado por la plástica de los montajes y asiste todos los años, ansiosos por ser sorprendidos de nuevas maneras.

“Nosotros siempre tenemos público nuevo porque ¡siempre hay niños creciendo!”, asegura risueña Patricia Carreras, codirectora de El Cascanueces . “Claro, los hermanitos hablan y los padres los traen a conocer”.
El famoso ballet se estrenará en el Teatro Nacional hoy, a las 8 p. m., y mantendrá funciones regulares hasta el domingo 13 de diciembre, a las 5 p. m. Las entradas se pueden adquirir en el sitio web SpecialTicket.net y en sus puntos de venta.
LEA MÁS: Salen a la venta entradas para ‘El Cascanueces’
Por su parte, Un cuento de Navidad se estrenó el pasado 20 de noviembre y se presentará hasta el 20 de diciembre, en el Teatro Espressivo. Según afirmó el director del montaje, Carlos Salazar, esta semana el teatro abrió dos funciones adicionales que fueron colmadas en menos de dos días.
Debido a la excelente convocatoria, Salazar aseguró que cabe la posibilidad de que se confirme otra fecha durante este viernes.
LEA MÁS: Un cuento de Navidad renueva su montaje
Mitología universal. ¿Qué debe tener una costumbre para que se convierta en tradición?
Para empezar, es necesario el legado: heredar de nuestros antepasados un acto tan afín a nuestros valores que sea imposible que pierda vigencia cultural por mucho que pase el tiempo y cambie la sociedad.
Es por eso que el Cuento de Navidad , que escribió Dickens en 1843, ha sido reinterpretado en numerosas ocasiones. Se ha adaptado para teatro, musicales y cine; se le ha reubicado temporalmente y se le han añadido miles de referencias a la cultura en la cual se presenta.
Aún así, los espectadores sacan exactamente el mismo provecho de los montajes que ubican al atormentado tacaño Ebenezer Scrooge en vestuario victoriano y escenografías que evocan al Londres de esa época.

Independientemente de las celebraciones espirituales o religiosas, la época acoge la moraleja más afín a nuestra esencia humana: la bondad triunfa por encima de cualquier mal.
Carreras concede que este concepto “atávico” es lo que ha permitido que la historia de El Cascanueces –sobre la joven Clara, quien sueña un universo surrealista en el que los ratones son villanos y un muñeco cascanueces es su héroe– se haya convertido en una obra universal del ballet y un montaje sin el cual es imposible imaginar esta época.

“En esta historia está involucrado un fenómeno que se repite en todas las religiones: en algún momento hay un milagro de luz. La luz siempre le gana a la oscuridad y el orden siempre le gana al caos”, explicó Carreras.
En el país, tanto Un cuento de Navidad como El Cascanueces se han convertido además en un suceso de formación interpretativa para sus disciplinas.
Para el Teatro Espressivo, es un reto de renovación para sus artistas escénicos (este año renovaron por tercera vez la forma en que se presenta la obra) y para las coreógrafas de El Cascanueces un reto de educar a nuevos bailarines para estándares de calidad más exigentes.
Nuevas tradiciones. Navidad también es el espacio para ver nuevas propuestas. Este año, el local La Casona Iluminada (ubicado en barrio Amón) asumirá la responsabilidad de iniciar una nueva tradición: los montajes antinavideños.
En su montaje Antinavideño tropical , el director Gustavo Monge y la productora Jennifer Monge han importado desde México un formato narrativo especial para quienes disfrutan de la Navidad pero prefieren hacerlo riéndose de ella.
En su primera producción (que se estrenará hoy con función doble a las 8 y 9:30 p. m.) el Antinavideño ofrece tres monólogos de comedia negra sobre “situaciones extremas” que ocurren durante la época de Navidad.
“Aunque son temas fuertes, la comedia tiene esa fineza de tocar temas ácidos que nadie quiere hablar y la gente hasta después se percata por qué se rió”, explicó Jennifer, quien es la autora de uno de los cuentos de la dramaturgia, en el cual la señora Claus se desahoga de la mala relación que tiene con su esposo Santa.

Gustavo señaló que, al igual que en México se sacan a concurso las producciones del antinavideño, quieren establecer la misma tradición en Costa Rica para matar dos pájaros de un tiro: motivar al gremio teatral a crear nuevas historias sobre la Navidad y convocar al público que no se agota de celebrar una de las mejores épocas del año.
Tres espectáculos navideños.
El Cascanueces en el Teatro Nacional

Antinavideño Tropical en La Casona Iluminada

Aquí puede ingresar a la página en Facebook del evento.
Un Cuento de Navidad en el Teatro Espressivo
