Redacción
Calígula, la obra de Albert Camus, se escribió en una época particular para la humanidad. El filósofo y novelista francés empezó a escribir la historia del tercer emperador romano en 1938, al borde del horror de la Segunda Guerra Mundial; cuando la publicó, en 1944, el caos antes inimaginable era cosa de todos los días en Europa.
La pieza teatral forma parte del llamado "Ciclo del Absurdo", tres textos en los que el ganador del Nobel plasmó su filosofía del absurdo, y que incluyen la novela El extranjero (1942) y el ensayo sobre el suicidio El mito de Sísifo (1942). En Calígula, el emperador es un loco para su pueblo y un artista en su mente.
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El emperador se rebela contra la muerte y la naturaleza de la vida como un acto de desafío a lo aceptado como destino común del ser humano. "Pero si su verdad es rebelarse contra el destino, su error es negar a los hombres. Uno no puede destruir sin destruirse a sí mismo", escribió Camus. Calígula ve en la muerte elegida un acto de rebeldía, pero, ¿cómo puede ser esa la solución a la vida?
Este pensamiento nutre la visión de Gabrio Zappelli, director del montaje de la Compañía Nacional de Teatro que estará en escena hasta el 6 de diciembre. Las funciones en el Teatro de la Aduana son de jueves a domingo. Lea en esta nota información sobre entradas, elenco y características del montaje.
Conversamos con los artistas detrás de la producción para indagar si Calígula sigue vigente.
GABRIO ZAPPELLI, director de la obra
"Calígula va hacia el suicidio. Es una negación de la dimensión del absurdo en la que estamos inmersos, según Camus. El absurdo no tendría una salida si no es en la muerte. En la actualidad, tengo una visión un poco nihilista de nuestra condición, y creo que la obra pone en tela de juicio lo cotidiano, lo normal. Todos estamos concentrados en nuestro trabajo de Sísifo, también en la contemporaneidad estamos condenados a cumplir un trabajo asignado sin remedio".
"El mundo contemporáneo está en una camisa de fuerza. Nosotros en esto del teatro estamos más libres; como artistas, tenemos una posibilidad de salida de esto: vamos de vacaciones cuando nos da la gana y hacemos obras como esta, sacando también nuestra rabia o nuestra libertad. Creo que por un lado hay una actualidad fuertísima de la obra que está construida como una gran metáfora".
ARTURO CAMPOS, actor que interpreta a Calígula
"Es el problema de todos, el problema de la humanidad. Es una obra existencialista. En el momento en que nos ponemos a preguntarnos qué estamos haciendo aquí, tiene una crisis. Calígula, al tenerlo todo, no poder dominar la vida de las demás personas, no poder dominar cosas sencillas como tener la persona que quiere a su lado. Mi poder no sirve de nada si no puedo decidir por esas cosas tan banales. Consiste en que la vida es esto. La historia de Calígula lo que pretende es hacernos cuestionar el uso de poder y cómo lo ejercemos".
"Al inicio, él dice que todo se trata de pedagogía: él aprendió que los hombres mueren y no son felices. Hay que ser felices a expensas de otras personas. En su monólogo final dice, mi verdad nof ue buena. No pretende ninguna solución, es una manera desesperado por buscar una solución. No sé si el camino sea ponerse a buscar una solución. Calígula lo que sí tiene son sentimientos encontrados, mucho dolor, mucha frustración, mucha gente a la que quisiera ser feliz, pero no puede hacerlo inmerso en su crisis".
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MICHELLE JONES, intérprete de Cesonia
"Continúan las mismas inquietudes, incertidumbres y preguntas existenciales que tenemos todos los seres humanos acerca de la vida, la importancia de la existencia y a quién se le otorga el poder. Ahora más, es triste que todavía viviamos en situación en la que existe tiranía, emperadores locos y personas que buscan oprimir al pueblo. Lastimosamente, sigue muy vigente y es así por la misma naturaleza humana, siempre en búsqueda de por qué existimos, por qué alguien tiene el poder y otros no".
LUIS CARLOS VÁSQUEZ, intérprete del Intendente
"Una de las cosas por las que acepté trabajar en esta obra es por su mensaje y por la propuesta plástica de su director. Lo que está pasando en Calígula pasa actualmente. Mi personaje es complejo en el sentido de que en un momento traiciona a los que están en la conspiración, al mismo tiempo está en ella, también odia a Calígula... Al final le pierde todo el respeto porque ya lo ha torturado. Le perdona la vida, pero Calígula sabe pefectamente que es un traidor".
MICHAEL DIONISIO MORALES, intérprete de Escipión
"Calígula se presenta como un personaje que tiene el poder para dominar a los seres humanos en su época, y debido a esta dinámica en que están envueltas todas las sociedades, sigue vigente. Personajes como escipsión, tratan de salir de esa dinámica y de despertar a este protagonista, que está en una carrera suicida en su búsqueda por el poder. Escipión, su sirviente, trata de despertarlo con el amor, la lealtad, la fe.
La obra 'Calígula' estará en el Teatro de la Aduana hasta el 6 de diciembre, de jueves a domingo. De jueves a sábado, son a las 8 p. m.; domingo, a las 5 p. m. Se darán también funciones los días 18 y 25 de noviembre y 2 de diciembre. La entrada general tiene un valor de ¢5.000 y ¢2.500. Tel. 2257-8305. Es para mayores de 12 años.