Son chicos entre los 14 y 16 años, pero a pesar de su juventud ya están adaptando al cine una obra de Stephen King.
Por solo un dólar, como valor simbólico, el magnate del suspenso cedió los derechos del relato Stationary Bike, una narración que aparece en la colección King’s Just After Sunset.
Así lo informó el sitio Mashable.com, agregando que los pequeños y privilegiados cineastas son estudiantes de Blaenau Gwent Film Academy, un centro de formación especializado ubicado en Gales.

“Sabíamos que Stephen King suele brindar apoyo a establecimientos de educación”, explicó el tutor Kevin Phillips a Mashable.
Recordando esa cualidad del escritor, Phillips y la escuela escribieron una solicitud a Dollar Babies, un sitio web propiedad de King en el que estudiantes de cine pueden solicitar los derechos de algunas obras del autor. En este momento existen 30 títulos disponibles para ser adaptados.
"Le enviamos un correo electrónico a su secretaria, Margaret, y ella lo respondió en 24 horas. Le dijimos lo que queríamos hacer, que no era para obtener ganancias y que serían nuestros estudiantes quienes lo estarían haciendo. Luego ella nos envió un contrato, que fue firmado por King ", agregó Phillips a Mashable.com.
Finalmente la Academia completó los formularios, dieron el dólar correspondiente y finalmente recibieron la confirmación. ¡Podían hacer una película de Stationary Bike.
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“Los estudiantes, Alfie Evans de 16 años y Cerys Cliff de 14 años, ahora están trabajando en la adaptación de Stationary Bike a un guion. Una vez que esté listo, Phillips piensa que alrededor de 30 estudiantes trabajarán para convertirlo en una película”, detalla Mashable.
“Una gran parte de la historia tiene lugar en una sola habitación, por lo que el plan es filmar la mayor parte en el área del backstage de un teatro local. Para marzo o abril del próximo año, Phillips espera que la película esté lista”, finaliza el sitio web.
Stationary Bike cuenta la historia de Richard Sefkitz, quien después de ser diagnosticado con colesterol alto, decide comprarse una bicicleta estacionaria y utilizarla en el sótano de su casa. Para aliviar el aburrimiento, compra un mapa y traza una ruta de Nueva York a Herkimer, una ciudad en la frontera con los Estados Unidos y Canadá.
Cada día, Sefkitz marca la cantidad de millas que ha “recorrido” hacia su meta.
