En América Latina, los amantes de la lectura son escasos y lo poco que leen es por obligación.
Esta es una de las principales conclusiones que arroja un estudio realizado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), dependencia de la Unesco con sede en Bogotá, Colombia.
La investigación analiza el comportamiento de los lectores y los hábitos de lectura en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú , además de España, que se utilizó como punto de referencia de un país desarrollado en cuanto a prácticas de lectura.
De los países analizados, los argentinos son dueños del porcentaje más alto de lectura de libros en su población: el 55%, muy cercano a España que mostró el 61%
Le siguen Chile (51%), Brasil (46%), Colombia (45%) Perú (35%) y México (20%).
En conjunto, estos números demuestran que en promedio más de la mitad de los habitantes de los seis países no lee.
Y ¿por qué no lo hacen? Según la investigación, las principales razones para no leer son la falta de tiempo y el desinterés por la lectura.
Pero los resultados son muy variados: así, mientras el 53% de los brasileños dijeron no tener suficiente tiempo para leer, apenas el 28% de los chilenos dio esa razón. Por otro lado, el 67% de los colombianos manifestó no tener interés en la lectura, y solo el 5% de los mexicanos se mostró desinteresado.
Al ver la otra cara e indagar qué razones impulsan a los latinoamericanos a leer, predomina la necesidad de actualizar conocimientos generales y enriquecer su bagaje cultural, así como las exigencias académicas. Es decir, leen porque tienen que hacerlo, y no precisamente porque quieren.
“El placer o gusto por la lectura marca la diferencia entre un lector asiduo y otro esporádico: España registra que el 85% lee por este motivo; Argentina, 70%, y Brasil, 49%”, establece el estudio. De acuerdo con la investigación, uno de los indicadores más representativos del nivel de desarrollo en cuanto a hábitos de lectura es el consumo de libros por año.
En cuanto a este rubro, Chile y Argentina se encuentran a la cabeza en América Latina, con un promedio de 5,4 y 4,6 libros leídos por habitante, respectivamente.
El país de referencia, España, registró en el 2011 un promedio de 10,3 libros leídos por persona. Colombia y México aparecen con las cifras más bajas: 2,2 y 2,9.
El director del Cerlalc, Fernando Zapata, no pierde la esperanza de que la región llegue a tener una “masa de lectores” por placer.
Además, aclaró que este estudio comparativo se elaboró con base en las estadísticas suministradas por cada país, y por esa razón algunas naciones, como Costa Rica, quedaron por fuera.
“Sabemos que en Cuba, por ejemplo, hay una enorme cantidad de lectores, pero no está medido, y tampoco tenemos datos de Centroamérica”, dijo Zapata.