
CA7RIEL y Paco Amoroso son unos fenómenos. Su disco debut, Baño María, lanzado en abril del año pasado, los confirmó como un dúo de genios musicales: atrevidos, irreverentes y visionarios.
Su presentación en las sesiones de Tiny Desk en setiembre impulsó aún más su carrera. Desde entonces, parecen avanzar en un ascenso imparable. No están reinventando la rueda, pero sí saben cómo ensamblar elementos de distintos géneros en canciones pegajosas, con un gancho irresistible y, al mismo tiempo, con notoria complejidad compositiva.
En su música resuena el jazz, sobre todo en su banda en vivo, mientras que el trap domina varios temas. El rap aparece una y otra vez, así como ritmos latinos, reggaetón, pop y balada. Incluso hay momentos en los que el metal y la electrónica se cuelan en el repertorio. Todo esto incluye algo de humor y una puesta en escena que los exhibe como personajes irónicos, con poses de rockstars.
Su oferta es exitosa no por lo exótica, sino por lo bien ensamblada que está. Son todo, y al mismo tiempo nada en concreto. Ahí está su magia.
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Así, con esa mescolanza sin precedentes, canciones como EL ÚNICO y BABY GANGSTA conquistan a un público variado, sin distinción de edad. Lo sorprendente es cómo logran atraer tanto a una audiencia musicalmente exigente, como a quienes simplemente quieren cantar a todo pulmón un coro como el de #TETAS, que se estrenó apenas cuatro días.
Su producto es capaz de generar una euforia colectiva con rapidez y, luego de haberlos visto en vivo, no dudo que esa reacción seguirá ampliándose globalmente.
La euforia colectiva se desató rápido en el show en Costa Rica, desde una ovación inicial, cuando los músicos no habían dicho ni ‘pío’. Siguió con piezas como DUMBAI o IMPOSTOR. La euforia se sostuvo orgánicamente durante un show de escasas interrupciones y de reiterados momentos de entusiasmo desbordante. Algunos de los puntos de alaridos más bulliciosos ocurrieron ante la aparición de luces de láser, la explosión de los cañones de humo, los breves solos de guitarra de CA7RIEL o cuando alguno de los dos cantantes le acercaba el micrófono al público.

Por todo esto, decir cuáles canciones fueron las mejores resulta limitante. Fue impresionante escuchar LA QUE PUEDE, PUEDE, la mezcla de MI DESEO y BAD BITCH, e incluso las piezas de sus proyectos en solitario fueron recibidas con emoción. Al final, las lágrimas de CA7RIEL demostraron que ni ellos terminan de asimilar el cariño del público. Por otro lado, el Centro de Convenciones demostró ser un gran espacio para conciertos: ordenado, limpio y bien ventilado. Por supuesto, ojalá el país acoja más conciertos de esta dupla argentina. Será difícil olvidarlos y, cuando vuelvan, seguramente ya habrán conquistado el mundo.
El concierto:
Artista: CA7RIEL y Paco Amoroso.
Lugar: Centro de Convenciones.
Fecha: 9 de marzo.
Producción: 2Mundos y Distrito Carmen.
