
El concierto de Debi Nova representó, como dice su propia canción, Una noche perdidos... Perdidos en la voz de la artista costarricense, en el canto unísono de los asistentes y en el brillo de las luces que crearon un escenario nostálgico cargado de recuerdos hechos canción. La presentación recorrió 15 años de carrera y provocó miles de emociones.
La cantante nacional escogió su país para iniciar su gira por Latinoamérica, en honor a sus años de trayectoria musical. Ese amor que la mueve se reflejó en un espectáculo que incluyó un artista invitado y un repaso por sus mayores éxitos.
El Anfiteatro Coca-Cola, de Parque Viva, fue testigo de una noche soñada. La vestimenta no importó; lo esencial fue la compañía, la buena música y el disfrute. Debi Nova le cumplió a su público.
El inicio del concierto estuvo a cargo de los artistas Berenice y Eddy Monge, quienes con una luz tenue y una guitarra ambientaron a los asistentes durante 23 minutos. En medio de gritos y aplausos, el público celebró su participación.
A las 7:55 p. m., las luces se apagaron y el escenario se transformó en un bosque con sonidos de pájaros y grillos. En la pantalla apareció Debi entonando 20/20. El momento culminante llegó cuando la artista salió a la tarima con un vibrante atuendo plateado para continuar la canción.
Un problema con el teclado la llevó a interactuar por primera vez con el público. “Qué lindos se ven, gracias por este momento, gracias por hacerlo posible”, expresó la cantante. En respuesta, una voz entre el público gritó: “¡Te amo, Debi!”, y ella lo correspondió con un “yo más”.
La energía creció poco a poco con temas como 3.33, Club y Bola cristal, hasta llegar a una de las canciones más esperadas por sus seguidores. Antes de interpretarla, Nova dijo que aunque las personas provengan de distintos lugares, esa noche el destino unió miles de voces porque No nos sobran. Fue uno de los momentos más coreados.
El repertorio incluyó temas recientes y una gran sorpresa: la aparición del rapero peruano Jaze, con quien interpreta Perdidx en la ciudad. La colaboración encendió al público entre aplausos y gritos.

Entre la fuerza y la emotividad
Debi Nova convirtió su concierto en una noche íntima, que transitó entre la energía y la emoción. Con mujeres vestidas de negro en el escenario y un cambio de vestuario, dedicó una parte del espectáculo a todas las mujeres que la inspiran a “vivir una vida más libre y más épica”.
Con sus “musas” sobre el escenario y las voces del público, desató el ritmo con Diosa Style, Cupido y Superpoderes. Luego, Nova detuvo el baile para abrir su corazón.
La artista explicó que su canción Brindo nació de una experiencia personal. “Hace 20 años estuve en una relación violenta y me cuesta muchísimo hablar de eso. Ha sido un proceso muy sanador y retador. Cuando terminé de escribir la canción supe que era importante para mí y para quienes estén pasando una situación similar”, relató.
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Varias mujeres sobrevivientes de violencia de género subieron al escenario con candelas para acompañarla en esta interpretación, que sonó sublime gracias al piano y a un arpa.
Los flashes de los celulares iluminaron el recinto durante los momentos más emotivos. Descalza, frente a su piano, Debi disfrutó cada nota, acorde y palabra.
El repertorio continuó con Holograma, Emergencia, Por última vez, Hábito —interpretada junto al cantante Felipe Pérez, de 424— y Ciclos. Estas piezas generaron el canto a capela del público, algunas lágrimas y una ovación para la artista.

Cierre entre el recuerdo y un amor incondicional
Al cierre del concierto, la artista evocó al recuerdo entre sus fans y sus músicos. Un video se proyectó en la pantalla grande de Parque Viva, que la artista aprovechó para repasar sus mejores años: su primer concierto, su participación en el desfile de Victoria’s Secret y el día que fue nominada al Grammy Latino.
En medio de su presentación también se paseó por los pasillos del recinto, saludando y abrazando a su público, y repasando a su vez éxitos como Bolero para Lola y Como ola en el mar.
También, Debi se sentó junto a sus músicos en el escenario para celebrar los 13 años que tienen de acompañarla y, al mismo tiempo, felicitarse frente a un público que se levantó en ovación.

Sobre el cierre, la emotividad llegó al escenario, Nova pidió ayuda para interpretar su canción Paloma, la cual lleva el nombre de su hija y es una de las más especiales de su repertorio.
Al terminar la pieza, la pequeña de cuatro años subió a la tarima para darle un abrazo a su madre y dejar enmarcada la postal de la noche.

