
La creadora de contenido Coco Roper, hija de la exmodelo costarricense Lynda Díaz, compartió en redes sociales un mensaje sobre lo que vivió en una cafetería de Dallas, Texas. Roper, cuyo nombre de pila es Nicole, enfrenta un cáncer que la ha llevado a pasar por muchas cirugías y atenciones médicas.
“Decidí ir a trabajar a algún sitio hoy. Voy a mi cafetería favorita. Y voy con Bruno (su perro) porque, obviamente, es mi animal de servicio. Está completamente entrenado. Lo llevo a todas partes. Y parece que últimamente la gente no conoce las leyes que rigen para los animales de servicio. Y piden papeleo”, expresó.
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La influencer agregó que le solicitaron requisitos que no corresponden. “Piden un montón de cosas que no les permiten hacer, y yo les digo que de verdad necesitan aprender lo que dice la ley. Porque una persona con discapacidad no debería tener que dar más información ni, sinceramente, tener que lidiar con la sensación de que necesita estar sentada afuera o que no puede entrar a un lugar cuando simplemente no tiene educación”.
Roper señaló que la situación resultó negativa.
“Y luego te tratan mal, te miran mal y simplemente ganas la discusión. No sé, simplemente termina siendo una experiencia muy negativa e innecesaria, sobre todo después de que, francamente, se necesita mucho coraje y energía para ir a algún sitio cuando te sientes mal. Eso es por ser discapacitado”.

En su relato, Roper también explicó que quería disfrutar de sus alimentos habituales. “Quería venir a tomar mi café y croissants favoritos, aunque me sentía muy mal por los antibióticos intravenosos. Encontrarme con tanta ignorancia sobre las leyes y con gente que se empeña en normas que no se ajustan a la ley, es agotador”.
Más tarde, publicó una actualización. “El equipo de Ascension Coffee asumió su responsabilidad y se disculpó mientras aún estaba en la cafetería, además de ofrecerme un café de cortesía. Están tomando las medidas necesarias para capacitar mejor a su personal”.
La influencer publicó un video contando la experiencia, por lo que la cafetería le respondió en los comentarios de la publicación.
“Gracias por llamar nuestra atención sobre esto. Tomamos estos comentarios muy en serio y nos comprometemos a educar mejor a nuestro equipo sobre los animales de servicio en nuestros cafés (...) Esperamos que tú y Bruno vuelvan pronto y nos den otra oportunidad de acogerlos en nuestro café”, escribieron.
No es la primera vez que Roper pasa por una de estas situaciones, anteriormente había tenido un trago amargo en un laboratorio donde iba también acompañada por su perro de servicio.
