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En la fantasiosa suposición de que los dinosaurios nunca se hubieran extinguido en la Tierra, las bestias más conocidas de la prehistoria tendrían mascotas, y estas podrían ser niñitos aulladores.
Con la fina emotividad que caracteriza a Pixar, pero con un guion que The Hollywood Repoter califica de “decepcionante”, así se imagina esa historia alternativa Un gran dinosaurio ( The Good Dinosaur , 2015), decimosexta película de la exitosa compañía de animación.
Un gran dinosaurio –filme dirigido por Peter Sohn que se estrena este jueves en cines ticos – narra la historia de Arlo, un tímido y pequeño dinosaurio que le teme a todo y que no encuentra su lugar en la Tierra.
Se trata del típico rechazado por los demás, que solo cuenta con el aliento de sus padres para enfrentar un mundo en el que los dinosaurios cultivan maíz y hasta tienen un gallinero (¡Sí, han evolucionado!).
Tras un desafortunado accidente, un soleado día de trabajo, Arlo se extravía en el bosque y pierde de vista el lugar donde vive su familia.
¿Qué hará Arlo para volver a casa? ¿Será esta su oportunidad para vencer el miedo y hacer algo grande en su insignificante existencia?
En su aventura, Arlo conocerá a Spot, un niño salvaje que primero tenderá a rechazar, pero que, poco a poco, terminará conquistando su corazón.
Su amistad crecerá con el tiempo, al punto de que el pequeñito ayudará a Arlo descubrir la grandeza que lleva por dentro. Será el mejor amigo del dinosaurio, tal como un perrito con su amo.
“Pixar quiso hacer la historia de un niño y su perro, pero al revés. Spot es el animal, camina en cuatro patas, no habla y aúlla, mientras que Arlo es el humano en la película; es el que habla”. explicó Raymond Ochoa, el actor que le da voz al dinosaurio en la versión en inglés de la cinta.
Tiranosaurios vaqueros, velocirráptores, ladrones de ganado y pterodáctilos rescatistas, se convierten en los enemigos que el dúo dinámico tendrá que enfrentar en la misión de volver a casa.
Escenarios naturales que parecen reales, otro derroche artístico de Pixar y sus magos de la animación generada por computadora, acompañan la aventura. Lo que veremos en escenarios, como ríos, lagos y hermosos picos nevados, están inspirados en paisajes montañosos del noroeste de Estados Unidos.
Cal y arena. Aunque la crítica no ha tratado nada mal a El gran dinosaurio –tiene un 6.9 de calificación en el sitio metacritic.com– está claro que la nueva película no parece acercarse a las mejores producciones de Pixar, compañía que en el 2015 cumplió 20 años de historia.
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Para The Wrap, la cinta cumple con los estándares de Pixar, pero para Chicago Sun Times , la cinta, de principio a fin, no pertenece al acostumbrado primer nivel de la compañía.
Películas como Up: una aventura de altura o Intensamente , que se estrenó este año, son consideradas muy superiores por la profundidad con la que hilan sus historias, sus poderosos guiones y los mensajes de fondo que suelen transmitir.
“La cinta se alza como una obra de animación visualmente impresionante que, en última instancia, no puede compensar un guion decepcionante y poco original”, amplió The Hollywood Reporter en su veredicto.
Aunque muy probablemente la película será adorada por los niños, le sacará algunas risas en la butaca y podría robarle una que otra lágrima, no llevará al publico a elucubraciones un poco más adultas, tal como Pixar nos tiene acostumbrados.
“Es un filme para niños-niños, no para niños grandes como nosotros. Así de simple. Es para llevar a los chicos a que pasen un rato y aprendan algo sobre el valor de no darse por vencido”, dijo Carla Madrigal, una mamá que acudió a la premier del filme.
Detalles de fondo. Quizás el punto bajo de El gran dinosaurio es que no profundiza en una de las principales frases con que fue promocionada: “Explica cómo hubiera sido la vida en la Tierra si el asteroide que acabó con los dinosaurios no hubiera chocado con la Tierra”.
Ese punto es particularmente interesante, pues para expertos como Steve Brusatte –científico de la Universidad de Universidad de Edimburgo, en Escocia–, la coexistencia entre hombre y dinosaurio nunca hubiera sido posible.
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Según Brusatte, en una entrevista concedida a la BBC , si un asteroide no hubiera acabado con los dinosaurios, estos dominarían aún la Tierra y “los mamíferos no habrían tenido la oportunidad de desarrollarse”. Para Brusatte, el fin de los dinosaurios hizo posible el muy posterior comienzo de nuestras especies.
En esa línea, una ingeniosa secuencia de cómo resolver ese problema histórico, aún en la fantasía propuesta por la película, hubiera sido simplemente genial.
Al menos, eso es lo que algunos hubieran esperado: ir un poco más allá que simplemente mostrar dinosaurios más evolucionados que los humanos.
“Con la evolución, nunca digas nunca. Es posible que los dinosaurios hubieran desarrollado inteligencia (sino hubiesen desparecido)”, agregó Brusatte, mostrando que, al menos en ese detalle, la cinta podría adquirir algunos tonos más verosímiles.
Sin embargo, en El gran dinosaurio, Arlo y Spot simplemente están allí, endulzando al público en la butaca y queriéndose sin muchas explicaciones. Ambos emocionan y enseñan una gran lección; – ¡eso vale el boleto!–, y quizá, para muchos, no haga falta más que eso.
