San José
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cree que los chinos hablan gracioso o su sentido del humor se ha empobrecido con el tiempo. Ayer la mandataria ofendió desde Twitter a los habitantes de China con una broma centrada en el acento de los chinos al hablar otro idioma; en este caso, el castellano.
"¿Serán todos de 'La Cámpola'?, ¿O vinieron sólo por el 'aloz' y el 'petlóleo'?", tuiteó ayer la Jefa de Estado de gira en China donde procura impulsar los lazos políticos y comerciales con Pekín, en referencia a la gran cantidad de personas inscritas en eventos en los cuáles participaría. No, no es una broma.
Es verdad: la presidenta intencionalmente escribió "aloz" en vez de "arroz" y "petlóleo" en vez de petróleo pues aparentemente cree que las personas de China tienen dificultades pronunciando la letra "r". Igualmente escribió "Cámpola" en vez de Cámpora, una organización política argentina partidaria de Fernández.
De esta forma, la mandataria cometió un error de novato en la arena de la diplomacia internacional y la vida en general: burlarse de la forma de hablar de las personas cuya aprobación se persigue.
Debido a la avalancha de críticas por el desacierto diplomático en plena gira oficial, la mandataria intentó disculparse solo para ver su esfuerzo hundirse un poco más. En un tuit adicional, aparte de dsiculparse, casi parece achacar la fuerte molestia ocasionada a las personas que no entienden su sentido del humor.
Su irreverencia adolescente volvió a jugar en su contra porque, de nuevo al excusarse, se olvidó que no estaba conversando en la sala de su casa con unas amigos sino de gira diplomática y hablando desde una red social.
Esta fue su "disculpa": "Sorry. ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino son muy, pero muy tóxicos."
La incontinencia verbal de Fernández ha sido ampliamente divulgado por la prensa en Argentina e igualmente por medios internacionales. La prensa oficial china se abstuvo de mencionar el incidente o comentar sus implicaciones diplomáticas.
En redes sociales, en cambio, hubo ciudadanos chinos que sí reaccionaron desde las pocas plataformas permitidas por la censura. Una de ellas es Sina Weibo. Uno de los indignados escribió allí: "¿Qué tal si pronuncias dos frases en chino para que oigamos tu pronunciación?" Otro usuario de ese servicio de microblogging similar a Twitter añadía: "Es increíble, cómo tiene el valor de mendigar inversión mientras ridiculiza a los chinos".
"Racismo", "falta de tacto", "broma fácil", "error", "broma vergonzosa", falta de respeto", "inútil"... Fernández ha recibido toda forma de crítica y casi nada le sirvió para calmar el fuego la lluvia de tuits que a luego publicó recalcando "la calurosa acogida" recibida en China.
La polémica llega en un momento en el que Kirchner se está viendo salpicada por el escándalo de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien antes de morir acusó al gobierno de encubrir a los responsables de un atentado en Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos. Algunas voces en Argentina la han acusado de viajar a China para "escapar" del caso Nisman.