
En ambientes laborales digitales como Slack, WhatsApp o Google Chat, una simple respuesta con la palabra “OK” puede alterar por completo la interpretación de un mensaje.
Aunque este término ha funcionado históricamente como una forma breve de expresar aceptación, en el contexto digital actual puede resultar agresivo, distante o incluso pasivo-agresivo, especialmente para las generaciones más jóvenes.
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Según la lingüista Gretchen McCulloch, especialista en comunicación digital y autora del libro Because Internet, el tamaño de las respuestas y los signos de puntuación influyen directamente en la percepción del tono. “Cualquier cosa más corta puede sonar más concisa, cualquier cosa más larga puede sonar más educada. Tener dos cosas ahí hace parecer que usted se esforzó un poco más, y es ese esfuerzo extra lo que hace algo más educado”, explicó McCulloch al medio Huffpost.
El punto final puede ser el verdadero problema
Una de las principales fuentes de malentendidos se da con el uso del punto final. En redes sociales como Instagram o TikTok y en aplicaciones de mensajería como Telegram o WhatsApp, escribir “Ok.” con punto puede sonar frío, cortante o irónico. Este detalle, aunque gramaticalmente correcto, genera fricciones especialmente con personas de la generación Z.
El medio brasileño O Globo señaló que este grupo interpreta el uso del punto como un cierre abrupto, una señal de desaprobación o incluso como indicativo de enojo. En cambio, generaciones mayores como los Baby Boomers o los millennials tienden a asociar el punto con cortesía y claridad.
Esta diferencia generacional puede provocar tensiones incluso en contextos de trabajo remoto. Un superior que responde con un escueto “Ok.” puede generar ansiedad en sus colaboradores más jóvenes, quienes perciben la respuesta como fría o cortante, aun si no existía intención negativa alguna.
Alternativas más “amigables”
Para suavizar la comunicación escrita, McCulloch recomienda usar expresiones más elaboradas como “Ok, perfecto”, “Ok!!” o incluso “Ok 😉”, que añaden emoción o calidez.
El uso del “kk”, por ejemplo, funciona como una duplicación que suaviza el mensaje, de forma similar al “bye-bye” en inglés.
“La marca de exclamación puede indicar ese tipo de tono elevado de voz o sonrisa social educada”, dijo McCulloch al Huffpost, quien también señaló que en inglés no existe una distinción formal entre “usted” y “vos”, lo que lleva a emplear otras señales sutiles para marcar cortesía en línea.
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El impacto de un “OK” varía según la jerarquía de quien lo emite. “El mismo mensaje viniendo de un jefe frente a un compañero puede sentirse más rudo, solo por la diferencia de poder”, explicó la experta.
Agregó que los superiores tienden a preocuparse menos por la interpretación de sus mensajes, mientras que los empleados dedican más tiempo a analizar cada signo de puntuación.
¿La solución? Adaptarse y observar
Para evitar malentendidos, McCulloch sugiere observar el estilo de comunicación del entorno y adaptarse a él. “Generalmente, lo que intento hacer en correos electrónicos es reflejar lo que la otra persona está haciendo”, indicó.
También es clave considerar el historial con la persona. Si alguien utiliza constantemente respuestas breves, probablemente no exista ninguna intención agresiva, sino una forma de comunicación habitual. “Quizás podemos usar nuestras palabras y preguntar si hay un problema genuino o dar a las personas el beneficio de la duda un poco más”, concluyó McCulloch en el Huffpost.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue investigada y seleccionada por un periodista y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
