Hay costarricenses cuyo apego a la tecnología es tan hondo que acumulan, por meses o años, teléfonos viejos, televisores rotos o computadoras cuya nueva función es acumular polvo en un patio o cochera.
No obstante, empresas dedicadas a reciclar basura electrónica estimulan hoy y de forma gratuita, en escuelas, barrios y condominios, a dar fin a esa acumulación que terminará algún día en el basurero.
Los interesados solo deben juntar los residuos y luego llamar a las compañías para coordinar el transporte, siempre que sea dentro de la Gran Área Metropolitana.
“Ofrecemos sin costo el traslado y deposición de los residuos, sin importar la cantidad. Esto incluye colegios, escuelas y comunidades, nuestra invitación es a todas ellas”, manifestó Stephanie Sánchez, jefa de operaciones de la empresa TREC, que procesa los residuos en su planta localizada en Alajuela.
Como otras en esta misma actividad, TREC es una planta procesadora: los residuos se separan en partes según sus tipos. Cuando se acumula material separado para llenar un contenedor, este es exportado a EE. UU. o Canadá, donde otra compañía lo reutilizará luego.
“Apoyamos a todas las personas y vemos que en condominios se realiza mucho reciclaje de este tipo. Está de moda hasta en centros comerciales. Incluso prestamos canastas metálicas para que la gente deposite ahí sus aparatos”, afirmó Maricela Rueda, del área administrativa de la empresa Geep, en Cartago.
Precisó que manejan hasta 400 toneladas al mes en desechos electrónicos, del total mensual de residuos que acopian, el cual oscila entre 600 y 1.000 toneladas.
De cuidado. A diferencia del plástico, papel y otros desechos aptos para reciclar, la llamada tecnobasura exige un proceso especial por su enorme capacidad contaminante.
Cuando los artefactos electrónicos modernos se vuelven basura, se convierten en un problema ambiental pues contienen metales pesados y otros componente tóxicos como plomo, mercurio, selenio, cromo y arsénico, entre otros.
De llegar a los mantos acuíferos, estos componentes envenenan el agua que está destinada para el consumo humano.
Las materias más problemáticas son el plomo, presente en pantallas de televisores antiguos o en monitores de computadora, así como el mercurio, frecuente en fluorescentes y televisores de pantalla plana, precisó José Domensh, gerente de la compañía Solirsa.
Por eso, la sugerencia de los conocedores para quienes vayan a deshacerse de teléfonos, microondas, refrigeradoras, televisores, computadoras u otros, es evitar que el artefacto se moje y, también, entregarlo en una sola pieza.
“Promovemos en las comunidades que las personas se organicen y recuperen bastante para ir nosotros por la carga, gratis. Nos resulta más rentable”, dijo Domensh.