
Los efectos indirectos de la tormenta tropical Melissa continuarán afectando el territorio costarricense durante este viernes y el fin de semana, según reportó el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
El sistema mantiene su influencia sobre la zona de convergencia intertropical, la cual se mantendrá sobre el país y favorecerá un ambiente húmedo e inestable, propicio para lluvias intensas.
Durante las primeras horas de este viernes, núcleos de nubosidad próximos a las costas del Pacífico generaron precipitaciones aisladas con acumulados estimados entre 15 mm y 25 mm.
Melissa se mantiene sobre el mar Caribe, con un lento movimiento hacia el este-sureste de 4 km/h y vientos sostenidos de 75 km/h. Aunque existe incertidumbre sobre su evolución, los análisis más recientes indican que podría dirigirse hacia el norte-noreste durante el fin de semana y acercarse a Jamaica, con posibilidad de convertirse en huracán.
En el caso de Costa Rica, se espera una influencia indirecta de baja a moderada, con mayor afectación sobre el Pacífico Central y Sur.
Para la tarde de este viernes, se anticipa un incremento significativo en la cobertura nubosa, con lluvias y aguaceros acompañados en algunos casos de tormenta eléctrica en el Pacífico, Valle Central, zona norte y montañas del Caribe. Estas condiciones podrían extenderse hasta las primeras horas de la noche.
Los acumulados de lluvia estimados oscilan entre 30 mm y 60 mm en periodos de seis horas, con máximos puntuales entre 70 mm y 100 mm.
El IMN advirtió sobre el riesgo de fuertes lluvias en cortos periodos de tiempo, especialmente en zonas urbanas por posibles colapsos en los sistemas de alcantarillado. También alertó sobre la alta saturación de suelos en el Pacífico Sur, Península de Nicoya y la zona norte, lo que incrementa la vulnerabilidad a inundaciones.
Recomendaciones del IMN:
- Extremar precaución en sectores propensos a inundaciones.
- Tomar medidas ante la tormenta eléctrica: buscar refugio en caso de percibir ráfagas de viento cercanas a nubes de tormenta. Estas ráfagas podrían alcanzar hasta 80 km/h.