EscucharLiberia. Entre nervios y los exámenes finales de sétimo grado, una niña de 13 años de edad espera dar a luz a una bebé en menos de dos semanas.
La menor, quien reside en Liberia (Guanacaste), señaló como presunto padre de la hija que espera, al entrenador de un equipo de fútbol en el que participaba.
La Fiscalía de esa localidad acusó al hombre, de apellido Sánchez y de 49 años de edad, por supuestamente tener relaciones con una menor de edad.
De acuerdo a la denuncia de la menor, el encuentro sexual con el individuo sucedió en febrero, mes en que ella cumplió 13 años.
No obstante, la relación con el hombre, quien era su instructor, había empezado a mostrarse más cercana desde meses antes.
La madre de la niña aseguró que apartó a su hija del equipo de fútbol cuando se enteró de que algo irregular ocurría, pero, al parecer, el adulto siguió buscando a la estudiante hasta que tuvo relaciones sexuales con ella.
Según la acusación, a raíz del contacto sexual, la chica quedó embarazada.
Falta. El artículo 159 del Código Penal establece que será sancionado con una pena de dos a seis años de cárcel “quien aprovechándose de la edad, se haga acceder o tenga acceso carnal con una persona de uno u otro sexo, mayor de trece años y menor de quince años, por la vía oral, anal o vaginal, con su consentimiento”.
La Fiscalía comunicó que el 28 de noviembre será la audiencia preliminar para solicitar que el caso vaya a juicio.
La ofendida es alumna de sétimo en el Colegio Técnico Profesional de Liberia.
El director del centro educativo, Milton Rojas, indicó que el equipo de fútbol dirigido por el sospechoso no tiene relación con esa institución.
“Nuestros equipos solo los entrenan los profesores de la institución”, enfatizó.
La oficina local del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) informó ayer, a través de la oficina de prensa, que hasta el momento no han intervenido pero que hoy (viernes) coordinaría con la Fiscalía.
Por su parte, el acusado dijo no poder referirse al caso.
“Por recomendación de mi abogado no debo ventilar nada del proceso, estoy esperando ver qué pasa y probablemente luego me dedicaré a lo mismo (a entrenar equipos) o tal vez tome la decisión no hacerlo más, pero eso lo veré luego”, manifestó a un equipo de La Nación que lo localizó en su casa, en Liberia.
Cambios. La madre de la niña narró que supo que algo le pasaba a su hija hasta meses después de que esta quedara embarazada, ya que notó que andaba deprimida y que el vientre le crecía.
La mujer dijo que, en ese momento, la menor le contó que el entrenador la había llevado a un predio y que le propuso tener relaciones sexuales, pero que ella lo había rechazado.
La madre afirmó que se había enterado de que había un contacto entre ellos desde meses antes y que, por eso, sacó a su hija del equipo. Sin embargo, aparentemente, el sujeto la llamaba y le escribía mensajes al celular.
“Quise poner una denuncia por acoso, pero me dijeron que solo si ella (su hija) iba”, recordó.
También aseguró que cuando la niña no había cumplido los 13 años, fue cuando tuvo contacto sexual con el individuo.
Manifestó que a criterio de la familia, la Fiscalía no los ha mantenido al tanto del proceso, por lo que buscaron a un abogado.
El caso fue asumido por el penalista José Antonio Ulate.
“Ha habido un pésimo manejo del perfil de la víctima. El Ministerio Público acusó un delito menor al que se dio, porque se da el agravante de que la niña tenía para ese entonces menos de 13 años (por lo que el delito sería violación)”, sostuvo el abogado, quien agregó que ayer se haría presente a las instancias judiciales.
La Fiscalía declinó dar más detalles del caso por que la víctima es menor de edad. Sin embargo, la entidad adujo que se ha dado prioridad al proceso y se han tomado las pruebas necesarias.
