El alcalde de Garabito, Tobías Murillo Rodríguez, le prohibió a todos sus subalternos hablar con la prensa sobre la emergencia conocida el jueves pasado en Altos de Leonamar, donde cinco viviendas colapsaron en un acantilado frente a playa Blanca.
La indicación consta en la circular STDCI-034-2023, con fecha 6 de febrero y con el titular: No hablar con la prensa.
“Reciban un cordial saludo y a la vez les informo que con indicaciones del señor alcalde, se les prohíbe hablar con la prensa sobre la situación del sector Altos de Leonamar. Solo con autorización del señor alcalde y de mi persona podrán realizar entrevista, ya que para eso existe un departamento de prensa”, se lee en la notificación firmada por Roberth Guevara Guevara, coordinador a. i. de Servicios Técnicos de la Municipalidad de Garabito.
Ante esta disposición, La Nación sostuvo una entrevista con el alcalde de Garabito, Tobías Murillo Rodríguez, quien alegó que hasta esta mañana desconocía de la existencia de dicha circular.
“Esa nota la hizo el ingeniero Roberth Guevara, Coordinador a.i. de Servicios Técnicos, con el objetivo y el fin de que se centralice las declaraciones en la encargada de prensa de la Municipalidad, desde la alcaldía o por él mismo. Pero yo no conocía de dicha circular, aunque el jefe del departamento lo está haciendo con buena intención, porque hay muchos funcionarios municipales que están tergiversando la noticia porque no conocen del tema”, confirmó Murillo.
La emergencia en Altos de Leonamar se conoció hasta la noche del jueves, aunque se presume que el colapso de las propiedades, de alto valor, pudo haber ocurrido en la madrugada de ese día o desde la noche del miércoles.
Tanto la Municipalidad como la Comisión Nacional de Emergencias alegan que no tenían conocimiento de la situación. Pero, el presidente de la asociación de vecinos de Altos de Leonamar, Abel Chaves, y el regidor Francisco José González, aseguran que el problema ya era conocido. Chaves, incluso, agregó que hace un año se habían hecho algunos trabajos de mitigación en el sitio.
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En tanto, el ayuntamiento no ha divulgado información sobre los permisos constructivos, cuándo se aprobaron, cuántas viviendas hay en el complejo, desde cuándo existen y si había informes de otras entidades por posibles problemas en el acantilado que soporta el condominio.
El viernes personal de Bomberos y la CNE acudió al sitio a hacer inspecciones. De momento, los informes preliminares hablan de que el sobrepeso de las estructuras, la inestabilidad de la ladera y el sismo de la semana pasada pudieron influir en el colapso de piscinas, terrazas y parte de las casas de lujo.
En ese condominio, las viviendas están valoradas entre $900.000 y $1,1 millones.
Este domingo, el Ministerio de Salud ordenó la demolición de cinco estructuras para evitar riesgos mayores. Además, otras tres propiedades tienen problemas.
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