
En los últimos meses se ha vuelto frecuente que, en un alto o semáforo de San José, hombres con trapos y botellas con jabón se acerquen a los vehículos para limpiar los parabrisas. A veces lo ofrecen; otras, simplemente lo hacen, sin esperar la aprobación del conductor.
De acuerdo con Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, este fenómeno conlleva diversos riesgos, los cuales la policía intenta mitigar.
Solano advirtió que esta práctica ha desembocado en agresiones verbales y físicas en los semáforos e, incluso, se han reportado delitos contra la propiedad, como el robo de pertenencias, computadoras, teléfonos y otros accesorios de los vehículos.
La situación, explicó, aumenta el miedo y la sensación de vulnerabilidad por la imposición de pagar por un servicio que no se solicitó.
Asimismo, indicó que esta práctica podría abrir nuevos espacios de control territorial por parte de grupos criminales, que toman el control de cruces e intersecciones para facilitar sus labores y cometer delitos.
Solano lanzó un llamado a no promover este tipo de prácticas en las calles de la capital.
Desde inicios de este 2025, la Policía Municipal de San José mantiene operativos constantes en distintos cruces de la capital para frenar la presencia de limpiaparabrisas.
En octubre, Solano explicó a La Nación, que los operativos comenzaron cuando se detectó un aumento de personas, principalmente de nacionalidad venezolana, limpiando parabrisas en varios puntos de San José. No obstante, también han detenido a costarricenses y nicaragüenses.
“Dar dinero a cambio de limpiar parabrisas está fortaleciendo una actividad irregular que, en todos los países del mundo, se asocia a actos delictivos”, advirtió entonces.
