
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reveló, la mañana de este jueves, la identidad de una de las personas hallas sin vida, enterradas en el patio de su propia casa, en la finca Cerros, en el cantón de Quepos.
Se trata de una mujer identificada como Manuela Daxer, de 57 años, de nacionalidad austriaca. La víctima, de acuerdo con los resultados de la autopsia, presentaba tres heridas de bala. El hombre, cuya identidad no ha trascendido, tenía al menos una heridas por proyectil de arma de fuego.
Se presume que el fallecido es su esposo, de apellido Schickhaus, de origen alemán, pero a las 4 p. m. no había sido confirmado por la Policía Judicial.
La mañana del miércoles, el director de la Policía Judicial precisó que los extranjeros tenían residencia en Costa Rica, aunque registraban salidas intermitentes en los últimos años. La pareja ingresó al país por última vez el pasado 3 de setiembre.
La primera alerta sobre el caso ingresó el lunes, cuando una denuncia confidencial indicó que había un asalto en curso en la vivienda de los extranjeros, una propiedad de aproximadamente 5.500 metros cuadrados, de fachada blanca, múltiples ventanales y rodeada de naturaleza.
Un equipo del OIJ se desplazó al lugar, pero al llegar no había nadie.
Al revisar el perímetro, los agentes ubicaron un montículo de tierra que había sido removido recientemente, del cual emanaba un olor característico de restos humanos. Fue entonces cuando, según Zúñiga, los oficiales sospecharon de que podría tratarse de una investigación por homicidio.
Los agentes custodiaron la vivienda, movilizaron al sitio a peritos forenses y a la unidad canina. Cerca de la 1 p. m. realizaron una inspección a profundidad de la casa y hallaron varias manchas de sangre en las habitaciones, huellas plantares e incluso se observaron presuntos intentos de limpiar la escena del crimen.
Según explicó el director de la Policía Judicial, la cocina estaba mojada, lo que hace sospechar que alguien intentó ocultar el hecho violento que ocurrió en la vivienda. Por su parte, los canes especializados en la detección de restos humanos fueron desplazados al montículo de tierra y allí dieron positivo.
“Es una prueba inequívoca de que hay restos humanos”, afirmó Zúñiga. Los cuerpos estaban ya en un estado de descomposición y parcialmente envueltos en una bolsa, según el jerarca.
Durante el miércoles, el OIJ cerró la casa para realizar pruebas con luminol y determinar la dinámica de los hechos. Además, se analizó la vivienda en busca de faltantes de joyas o dinero, que podría ayudar a esclarecer el móvil del crimen.
