La tranquilidad se perdió en la paradisíaca isla Chira, a 23,9 millas náuticas de Puntarenas, en el golfo de Nicoya. Desde hace un año, aproximadamente, este territorio de 4.300 hectáreas y hogar de 1.700 personas fue identificado como un punto estratégico de una organización criminal originaria de Limón que se expandió al Pacífico.
Este grupo es encabezado por un individuo que ha captado la atención de las autoridades policiales, conocido por su rivalidad con la organización criminal “La H”, que ha dejado numerosas víctimas mortales en la región caribeña.
Según una fuente policial, la presencia de este grupo en Chira se debe a la facilidad con la que pueden atracar lanchas cargadas con drogas, que cruzan el Océano Pacífico, procedentes de Suramérica. Estas sustancias se distribuyen tanto para el consumo local, como para su reexportación a mercados en Norteamérica, Europa y Asia, lo que implica mover los cargamentos por territorio continental.
Según la información obtenida por las autoridades, los habitantes Nancite, Bocana, Lagartero, Jícaro, Puerto Palito, Montero y Pochote, habituados a la pesca y el turismo, ahora viven intimidados por miembros de esta organización, que exigen silencio para consolidar sus operaciones en la zona.
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Jerarcas judiciales fueron a la Isla
A pesar de que aún no hay personas detenidas por el tráfico de estupefacientes en esta isla porteña, las máximas autoridades en materia judicial volvieron sus ojos a Chira. El pasado 6 de marzo, varios magistrados, el jefe de la Defensa Pública, Juan Carlos Pérez; el Fiscal General, Carlo Díaz; y el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, junto a otros representantes del Consejo Superior del Poder Judicial, viajaron a la zona para escuchar a los vecinos y conocer sus inquietudes.
Parte del interés de esa visita fue una charla con la población estudiantil, debido a que en toda la provincia de Puntarenas han detectado el reclutamiento de menores de edad para el servicio de los narcotraficantes.

“El camino de la droga les podrá, a los que decidan ir por ese lado, dar un tipo de satisfacción instantánea, momentánea, pero no va a ser duradera. Lo único que les va a generar es una situación que, como ya lo hemos documentado, es que las personas que decidan traficar droga o colaborar con el tema de la droga, van a tener una vida muy corta”, fueron algunas de las palabras que dio Randall Zúñiga a los estudiantes.
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Ruta para trasiego de droga
Recientemente, el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, confirmó a este medio que se está produciendo una “expansión de los grupos criminales asentados en la provincia de Limón hacia Guanacaste y, en este momento, hacia Puntarenas”, lo que ha incrementado la conflictividad en las áreas donde estos grupos están echando raíces.
Allan Obando, director de la Fuerza Pública en Puntarenas, enfatizó a La Nación que Puntarenas se ha convertido en un punto de trasiego para el narcotráfico, pues por esa provincia se puede llevar droga para el norte del país y el caribe costarricense. Y señaló que han notado la presencia de personas extranjeras y de otras provincias con cargamentos de droga.

“Estamos en una zona de paso, tenemos la Ruta 1 y la Ruta 27, entonces en los abordajes en control de carreteras, nosotros abordamos personas que son de otras nacionalidades y que, por ejemplo, son oriundas de Limón, de la parte norte de nuestro país, que circulan por acá y a algunos de ellos se les encuentran droga o armas no permitidas que son decomisadas”, explicó Obando.
El jefe policial agregó que se mantienen trabajando con el Ministerio Público y el OIJ para cumplir con los objetivos de seguridad en Puntarenas.