
Dos organizaciones sospechosas de contaminar contenedores con cocaína hacia Europa, fueron desarticuladas la mañana de este miércoles, luego de 20 allanamientos de la Policía Control de Drogas (PCD) en las provincias de Cartago, Limón, Alajuela y San José, bajo las órdenes del Ministerio Público.
Las bandas se habría encargado de introducir cocaína en los furgones que se dirigían hacia la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) de la empresa holandesa APM Terminals y de la Terminal Gastón Kogan, en Limón.
Se trata de una operación internacional llamada Caso Embassy, coordinada junto a la Europol, la Guardia Civil de España, la Policía de Portugal y la Agencia Nacional Contra el Crimen del Reino Unido (NCA, por sus siglas en inglés), que ya detuvo a 12 personas implicadas en Costa Rica (diez hombres y dos mujeres), y dejó 25 detenidos en Europa, de los cuales uno es costarricense.
Los allanamientos se ejecutaron en casas, empacadoras y una oficina de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), donde se están decomisando documentos sobre las exportaciones.
El fiscal general, Carlo Díaz, explicó que los grupos habrían intentado exportar casi 5.400 kilos de cocaína en 29 contenedores, de los cuales 1.888 kilos fueron detectados en seis hallazgos en Costa Rica y 3.513 kilos en Europa, distribuidos en 19 hallazgos: cuatro en Róterdam, Holanda, cinco en Setúbal, Portugal, dos en Alemania, cinco en Amberes, Bélgica y tres en España.
El Ministerio de Seguridad Pública detalló que el primer decomiso ocurrió en Bélgica en el 2022, cuando las autoridades de ese país hallaron 270 kilos de cocaína en un contenedor. Ese envió era para un destinatario identificado como Embassy, de allí el nombre del caso. Tras empezar a seguir decomisos en APM Terminals, los investigadores notaron que los grupos operaban con relación entre ellos, pero en ocasiones trabajan de forma independiente.
Luego, en el 2023 hubo cuatro hallazgos, uno en Costa Rica, uno en Holanda y dos en Bélgica, el mayor de 227 kilos en este último país, detalló el Ministerio de Seguridad Pública.
El año anterior, la acción policial contra esta organización se intensificó, pues se registraron 15 decomisos: dos en Holanda, cinco en Portugal, dos en España, tres en Alemania y uno en Bélgica, mientras que la PCD se incautó la droga en el puerto limonense en dos ocasiones, una de ellas siendo uno de los mayores cargamentos encontrados durante la investigación: 300 kilos de cocaína.
Este año, hubo tres confiscaciones en Costa Rica y una en España.
David Velázquez, oficial de la Guardia Civil Española, presente en suelo nacional, declaró que perciben a Costa Rica como un “socio preferente” en la lucha contra el narcotráfico, y destacó que las acciones del país en la materia “están yendo por buen camino”.
El presunto cabecilla de una de las bandas, de apellidos Paniagua Moya, estuvo en fuga. Cuando escuchó a los policías, salió por la ventana de su baño, que conduce a un cafetal trasero a 15 minutos del centro de San Ramón de Alajuela, pero fue detenido horas después por oficiales de Seguridad Pública.
El segundo al mando es de apellidos Ramírez Morales, detenido en Sevilla, España, en una operación de la guardia civil española en una fecha no precisada, tras intercambio de información con Costa Rica. Velázquez indicó que Ramírez se mantiene en prisión mientras avanza el proceso penal en su contra.
Modo de operar
Su modo de operar consistía en introducir la cocaína dentro de harina de yuca, piñas enteras, pulpa de piña en cajas con doble forro. Además, rellenaban con la droga yucas y malanga y luego las sellaban con parafina.
También metían droga en palets de madera (tarimas), en chatarra compactada y en los sistemas de refrigeración de los contenedores, los cuales tenían puntos específicos de contaminado: Pital, Aguas Zarcas, La Fortuna, Boca Arenal y Muelle de San Carlos; San Ramón; Ciruelas, Desamparados y Roble de Alajuela.
Los sospechosos exportaban droga desde antes de julio del 2023, cuando el Gobierno de Rodrigo Chaves implementó lo que llamó “Operación Soberanía”, que incluyó la instalación de dos escáneres para detectar cargas contaminadas en Moín.
A pesar de los escáneres, el grupo siguió burlando los controles y así fue como varios contenedores llegaron con cocaína a los puertos europeos.
Según las investigaciones, las organizaciones empezaron con un perfil bajo, pero luego empezaron a visibilizar su crecimiento con la compra propiedades y carros lujosos con los ingresos ilícitos.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, indicó que efectivos de la PCD viajaron a España para coordinar el operativo con autoridades de ese país.
“Es una acción importante, que refleja internacionalización de nuestra justicia y policía, para evitar el trasiego internacional de droga”, declaró Zamora.
Trascendió, según fuentes policiales, que en la Terminal de Contenedores de Moín también ocurre que los grupos delincuenciales aplican un mecanismo denominado “mete y saca”, en el cual el camión entra a la terminal limpio y es revisado por el escáner antidrogas sin encontrar ninguna irregularidad. Pero luego, lo sacan de nuevo, le introducen la droga y luego lo regresan al puerto sin someterlo a una nueva inspección.
“En Embassy todo es mucho más elaborado y por eso las contaminaciones parecieran ser realizadas en las plantas empacadoras. Luego, se presume, en este caso particular las cargas de alguna manera (que está en investigación) burlaron los controles establecidos o los escáneres ya funcionando ”, precisó el informante.

