
Leticia Rodríguez, de 40 años, fue asesinada de varios disparos dentro de un bar en San Martín de Nicoya, la tarde del sábado. La mujer, quien en apariencia se dedicaba a préstamos informales y ostentaba bienes valorados en ¢116,8 millones, falleció en el sitio.
En el ataque armado también resultó herida su pareja, una mujer de apellido Álvarez, de 27 años, quien permanece hospitalizada en condición crítica en el Hospital La Anexión.
Michael Soto, director a. i. del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó que las investigaciones del caso apenas comienzan, pero detalló algunas de las hipótesis que analiza la Policía Judicial para esclarecer el móvil del crimen.
De acuerdo con videos e información recibida por las autoridades judiciales, Soto indicó que la pareja llevaba un estilo de vida “significativo” y no se descarta que Rodríguez se dedicara a los préstamos bajo la modalidad conocida como gota a gota, un sistema informal de crédito que se caracteriza por cobros violentos y extorsivos.
El jerarca del OIJ señaló que se indaga si el ataque respondió a un eventual ajuste de cuentas, así como la posibilidad de que las víctimas hubieran recibido amenazas previas.
Rodríguez tenía entre su patrimonio una flota vehicular compuesta por 18 motocicletas, dos vehículos de carga liviana y maquinaria para agricultura. Todos los bienes suman ¢66,3 millones, de acuerdo con el Registro Nacional de la Propiedad.
De los 21 vehículos inscritos a su nombre, 14 fueron adquiridos entre julio del 2023 y diciembre del 2025. La mujer compró motocicletas valoradas entre los ¢460.000 y ¢1,5 millones, así como un equipo especial agrícola que obtuvo por ¢13,7 millones en agosto de este año. Entre sus bienes más costosos se encuentra un Toyota Hilux blanco, adquirido en junio del 2019 por ¢15,4 millones.
El trámite más reciente se concretó apenas cuatro días antes de su asesinato, con la compra de un Chevrolet Silverado con un valor fiscal de ¢22,3 millones, según consta en el Ministerio de Hacienda.
Rodríguez compartió videos en sus redes sociales en los que se le ve retirando el vehículo de la agencia. Por ese mismo medio, también publicaba detalles sobre sus viajes al extranjero y hasta paseos en helicóptero.
Además de los bienes muebles, también constan en el Registro Nacional seis propiedades inscritas a su nombre ubicadas en Guanacaste, con un valor fiscal total de ¢50,4 millones.
El ataque armado
El ataque armado que acabó con la vida de Rodríguez se registró a las 3:45 p. m., cuando dos hombres armados y encapuchados ingresaron al local donde se encontraba la pareja.
Los gatilleros se acercaron a la mesa y dispararon en repetidas ocasiones, sin mediar palabra. Rodríguez recibió múltiples disparos en el tórax y Álvarez resultó también herida en el pecho y en su pierna derecha.
En el sitio, agentes judiciales hallaron 12 indicios balísticos e iniciaron las investigaciones para dar con los responsables del ataque. Fuentes policiales confirmaron a La Nación que, de acuerdo con testimonios de personas en la zona, los sospechosos se habrían dado a la fuga a bordo de una motocicleta tipo montañera, marca Honda, de color rojo.
El jerarca de la Policía Judicial destacó que este hecho ejemplifica lo que ha venido ocurriendo durante los últimos meses en el país: ataques indiscriminados en sitios públicos y concurridos.
Soto indicó, además, que se analiza si la persona herida podría ser catalogada como víctima colateral del ataque.
