La sentencia de 36 años de cárcel contra el pastor Carlos Chavarría Fonseca por violaciones y abuso sexual, fue ratificada por los magistrados de la Sala de Casación Penal, la última instancia del sistema judicial.
“En la causa 19-0000404-1197-PE, los recursos de casación fueron declarados inadmisibles, mediante voto 741-2022 de las 10:14 horas del 15 de julio del 2022″, comunicó este jueves el departamento de prensa del Poder Judicial ante consulta de La Nación.
Chavarría, conocido como “el pastor de los ricos”, fue condenado el 27 de agosto del 2021 en el Tribunal Penal de Heredia, luego de que lo encontraran culpable de tres delitos de violación y cuatro de abuso sexual, ocurridos en el 2019 en Heredia, Escazú y San José, contra mujeres que pertenecían a su iglesia evangélica.
La Fiscalía señaló en aquel momento que Chavarría, de 61 años, aprovechó su condición de pastor para “manipular y engañar a las víctimas, consiguiendo cometer las agresiones sexuales”.
La acusación indicaba que el pastor había besado a dos de las víctimas sin autorización y a otra la habría obligado a tocarlo en sus partes íntimas. También, habría aprovechado espacios de consejería con una de las ofendidas para violarla.
La pieza acusatoria agrega que el imputado también enviaba videos y fotos pornográficas, y, al parecer, pedía que le enviaran contenido sexual.
“Se cree que el sujeto aprovechaba la cercanía con las víctimas para tocarlas de manera abusiva”, concluyó el Ministerio Público cuando dio a conocer la petitoria.
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Él había recibido una condena de 49 años de prisión; sin embargo, por las reglas del concurso material, la pena se readecuó a 36 años.
Además de esta causa, el Semanario Universidad había informado el 15 de marzo de que Chavarría fue denunciado este año por violación de persona menor de edad, denuncia presentada por los padres de la víctima, quien asistía a una escuela de la congregación de Chavarría, la iglesia Generación 3:16.
Dicha agrupación llegó a contar con más de 2.900 feligreses que se reunían en casas de lujo, salones de hoteles o clubes privados. El pastor vivía en una casa que compró en el 2006, con un valor registral de ¢346 millones.
A su nombre tenía inscrito un BMW modelo 2016 cuyo valor era de ¢34 millones. Su esposa también tenía un BMW, de igual modelo, valorado en ¢30 millones.