Judiciales

Salonero huyó de bar y lleva 40 días desaparecido

La última vez que alguien vio a Jason Gabriel Palacios Morales, el joven huía de su lugar de trabajo y decía que lo querían matar

Jason Palacios Morales
Jason Palacios Morales está desaparecido desde el 28 de mayo, cuando se le vio huir de su trabajo, en un bar de San Isidro de El Guarco, en Cartago. (Suministrada)

Desde el 28 de mayo, la familia de Jason Gabriel Palacios Morales, de 32 años, no sabe nada de su paradero. El hombre, vecino de San Isidro de El Guarco, en Cartago, trabajaba como salonero en un bar de la localidad. De hecho, huía de ese lugar la última vez que se supo algo de él.

Olga Morales, de 48 años, madre de Jason, aseguró que su hijo no era una persona problemática, por lo que no está segura de lo que pudo ocurrir. “El patrón de él nos dijo que estaban tomando con unas mujeres y que tomaron más de la cuenta y mezclaron licor con alguna droga, entonces él se desorientó”, comentó Morales.

La mujer añadió que los videos de las cámaras de seguridad muestran que su hijo corrió al salir del bar. Además, una vecina que vive cerca del establecimiento le contó que esa misma noche, Jason se acercó a su casa.

“Él llegó a la casa de ella, mojado, a pedir ayuda. Decía que lo querían matar. Cuando ella le dijo que se esperara porque iba a llamar a la Policía, él se asustó y salió corriendo”, relató. Esa es la última noticia que Olga tiene de su hijo, hace 40 días.

La última vez que tuvo contacto con él fue el 27 de mayo, cuando ella le pidió prestados ¢10.000 y se pusieron de acuerdo para verse en su día libre. “Me dijo que el jueves iba a venir con un pancito para tomar café”, recordó.

Para Morales, enfrentar esta desaparición es extremadamente duro para ella y sus otros cuatro hijos. Jason, el mayor de los hermanos, no tenía pareja, ni hijos.

“Por ratos me desespero. Me pregunto si le hicieron algo, dónde me lo dejaron. Mis otros hijos me dicen que tenga fe, pero a veces siento que la fe se me bloquea”, comentó.

La familia difundió imágenes del hombre por redes sociales, con la esperanza de que alguien lo localice. Una de las más activas es Priscilla, la hermana de Jason. Según ha publicado en su perfil de Facebook, han recibido reportes de que lo han visto en los alrededores de Cartago centro, el proyecto Manuel de Jesús Jiménez, en El tejar de El Guarco, en el cruce del Quijongo, en La Lima y Taras, pero todos los insumos no se traducen en respuestas.

“Estamos desesperados, por favor si lo ven nos llaman inmediatamente, para ir por él. Mi mamá está destrozada, mi hija lo llora todos los días, todos estamos destrozados, por favor necesitamos ayuda”, escribió la joven a inicios del mes pasado.

Incluso, doña Olga asumió la tarea de visitar búnkeres y zonas peligrosas de la localidad, con el anhelo de encontrar a su primogénito; sin embargo, tampoco tuvo éxito. La madre de Jason trabajaba como panadera, pero por la situación de su hijo, perdió su trabajo.

Todos los días reza y habla con Dios, le pide que, ya sea vivo o muerto, encuentre a Jason. “Yo digo: ‘Diosito, dame una señal, dónde puede estar él. Dígame dónde puede estar, para irlo a buscar’”, comentó. Aunque sabe que la Policía Judicial trabaja para encontrarlo, siente que no es suficiente.

Conmovida, la madre de Palacios dijo que en ocasiones siente que pierde la fe y le pregunta a Dios por qué le pasó esto a su hijo. “Siempre he sido muy creyente, pero no le deseo esta prueba a nadie, por más malo que sea. Si él hubiera sido un muchacho problemático... Pero todo lo que él ganaba era para ayudarme a mí, no era para causar algún daño”, agregó entre lágrimas.

Según la descripción de sus familiares, Jason mide aproximadamente 1,82 metros y es de contextura delgada. Cualquier información relacionada con su paradero puede ser comunicada a sus familiares mediante los números de teléfono: 7121-8714 / 6478-4925 o bien, a la línea confidencial del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), 800-8000645.

Un reportaje de La Nación, publicado en mayo anterior, indica que, en promedio, la Sección de Delitos Varios del OIJ recibe una denuncia por persona desaparecida cada dos horas. Sus encargados afirman que cada caso se aborda con seriedad y rapidez pues afirman que una respuesta a tiempo a menudo resulta crucial para brindar consuelo a las familias, sea que exista o no criminalidad de por medio.

De hecho, durante el 2023 el OIJ recibió un total de 3.745 reportes de desapariciones. En el 99,9% de las ocasiones, las personas aparecieron y solo seis casos están sin esclarecer.

Randall Zúñiga, director del OIJ, resaltó la importancia de presentar la denuncia sin demora, adjuntando una foto reciente de la persona desaparecida. Recalcó la necesidad de aportar detalles sobre vestimenta, así como tipo de calzado y peinado al momento de la desaparición, lo cual puede facilitar la búsqueda.

La Policía sigue un protocolo establecido para las primeras 24 horas y realiza evaluaciones constantes en los días siguientes. La mayoría de personas aparece en las primeras 48 horas.

Fátima  Jiménez

Fátima Jiménez

Periodista multimedia encargada de Nuevos Formatos. Graduada de la UIA, actualmente cursa un técnico en Criminología. Se unió a La Nación en 2021, donde trabajó en las secciones de Sucesos, Mundo, No Coma Cuento y Viva. Ganadora de la categoría Documental en el RE@CH Media Festival 2017.

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