El Juzgado Penal de Corredores dejó libres a los líderes de una banda desarticulada el 7 de setiembre y que al parecer se dedicaba, en complicidad con diez policías de la Fuerza Pública, al contrabando de mercaderías y al trasiego de 885 paquetes de cocaína, decomisados en Osa en el 2020.
Los líderes, de apellidos Chan Carvajal, alias Chan, y Trejos Chacón, alias Chichi, solo tendrán que firmar cada 15 días y no perturbar a los testigos.
La Fiscalía apelará la resolución del Juzgado, respecto a esas y otras personas que fueron liberadas, en contra de lo que ellos solicitaban.
Esa entidad está a la espera de que el Tribunal Penal programe una nueva fecha, en la que van a reiterar su posición de retener a más personas en la cárcel, mientras avanza el proceso de investigación.
La audiencia de medidas cautelares se desarrolló el fin de semana, pues se trata de un caso de tramitación compleja, dada la cantidad de sospechosos detenidos: 17.
El Juzgado también ordenó liberar a otros seis imputados de apellidos Pérez Anchía, Ríos Miranda, Valencia Guevara, Mora Fonseca, así como dos hermanos apellidados Carmona Calero, quienes solo firmarán cada 15 días y no deberán intimidar a los testigos.
Aunque la Fiscalía solicitó prisión preventiva contra la gran mayoría, al final de la audiencia el Juzgado Penal de Corredores solo dejó tras las rejas a tres policías.
Se trata de Morales Morales (jefe de la Fuerza Pública en Osa), Padilla Muñoz y Sánchez Barrios.
De igual manera, el Juzgado ordenó arresto domiciliario en contra de los oficiales de la Fuerza Pública Campos Cabezas, Campos Altamirano y Gutiérrez Calero, así como del expolicía de Fronteras, Morales Carrillo, alias Chucky.
El día de los hechos fueron detenidos otros oficiales de la Fuerza Pública de apellidos Godínez Rojas y Calderón Chinchilla, a quienes se dejó sin medidas, pero ligados al proceso.
Todos cayeron luego de que la Fiscalía dirigiera 12 allanamientos en Guanacaste, Limón, Pérez Zeledón, Golfito y Corredores.
Recursos estatales para ilegalidad
El día de las capturas, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, dijo que los oficiales, en sus horas de servicio, usaban patrullas, armas, radios y otros recursos del Estado para facilitar el paso de mercancías ilegales por los puestos de control.
Espinoza agregó que la organización lograba que pólvora, licores y hasta el cargamento de cocaína con que se les relaciona, fueran movilizados desde la zona sur hasta el Valle Central sin ningún contratiempo, gracias a la complicidad de los policías.
El jefe policial afirmó que esa banda también está relacionada con asaltos y con masivos robos a comercios de la zona sur.
La investigación se inició a finales del año 2019, cuando los agentes judiciales recibieron información confidencial sobre un grupo delictivo dedicado al ingreso y trasladado de mercancías de forma ilícita en la zona sur. La alerta decía que contaban con la colaboración de oficiales del Ministerio de Seguridad.
El caso se tramita en el expediente 19-001297-0062-PE.