Un operativo desplegado la noche del domingo anterior en el Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero Castro, más conocido como La Reforma, dejó como saldo el decomiso de varias dosis de droga, una serpiente y tres teléfonos celulares tamaño miniatura.
En apariencia, estos dispositivos electrónicos son una nueva modalidad de comunicación en los centros penales. Según las autoridades judiciales, son muy similares al tamaño de un control eléctrico de un carro. Gracias a su tamaño, los reos los esconden en sitios inusuales como dentro de pantallas, abanicos y entre las paredes.
“Se presume que este tipo de aparatos electrónicos ingresan a los centros por medio de visitantes, que los ocultan entre sus partes íntimas y son comprados en plataformas de Internet”, indica un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia y Paz.
En uno de estos módulos se encontró una serpiente, aparentemente venenosa, que un privado de libertad tenía oculta en un estañón en el área de los baños. El animal fue trasladado al Centro de Rescate Wildlife Rescue Center (antiguo Zooave) en La Garita de Alajuela. Además, se confeccionó un informe que se remitió al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“Hoy hubo un hallazgo importante y que representa un riesgo que es una serpiente que se encontró en uno de los dormitorios y se está haciendo todo el procedimiento correspondiente con las autoridades judiciales, esto no debería estar acá bajo ninguna circunstancia, tenemos que investigar cómo llego este animal aquí”, explicó Ericka Madriz, directora de la Policía Penitenciaria.
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Teléfonos miniatura decomisados durante un operativo en La Reforma. (Cortesía: Ministerio de Justicia y Paz.)
En La Reforma, se intervinieron el Ámbito B, módulos B-1 y B-2 y se incautaron cuatro celulares, un router, dos tarjetas de memoria, dos adaptadores, siete cables USB, 12 chips para teléfonos, cuatro manos libres, 25,5 gramos de aparente marihuana, 20,5 gramos de aparente pasta de crack y 0,75 gramos de aparente cocaína.
En la operación policial se detectó, además, privados de libertad que tenían en su poder sumas de dinero en efectivo que superaban los ¢733.000 en efectivo, así como siete armas blancas.
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La Policía Penitenciaria decomisó gran cantidad de dinero en efectivo, teléfonos celulares y cargadores. (Cortesía: Ministerio de Justicia y Paz.)
En total, participaron en la requisa 150 policías penitenciarios de todos los centros; de acuerdo con Gerald Campos, ministro de Justicia, la idea es extender, de forma sorpresiva los operativos a nivel nacional. La operación estuvo a cargo de la dirección de este cuerpo policial, en coordinación con la Unidad de Intervención Policial (UIP).
“La operación policial sostenida continuará de forma permanente y a cualquier hora del día, con el fin de reducir al mínimo los delitos que se gestan desde los diferentes centros penales del país. En este momento, el sistema penitenciario cerrado alberga 14.540 privados de libertad”, expresó.
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El domingo, tres mujeres y un hombre aprovecharon la visita a centros penitenciarios para intentar llevar droga a sus allegados. Agentes de la Unidad Canina sorprendieron a una mujer un envoltorio con marihuana en el Centro de Atención Institucional (CAI) Terrazas. El can permitió detectar que entre las partes íntimas, la mujer llevaba un envoltorio con la droga.
Minutos después, en ese mismo centro, Chana, perra adiestrada, de raza Labrador, sorprendió a otra mujer con un envoltorio entre sus partes íntimas. El tercer caso ocurrió en el CAI Jorge Arturo Montero. Ahí el perro adiestrado, de nombre Dino, fue el que detectó y alertó sobre 123 gramos de marihuana que llevaba ocultos otra mujer.
Poco después, un hombre fue descubierto con droga oculta entre sus glúteos. El sujeto trató de introducir 85 gramos de marihuana.